Ginés Marín, en Valencia.El tema de la semana y seguramente de muchas semanas por su trascendencia mediática y económica para el sector es el adiós de MovistarToros y la llegada de OneToro, sin que se sepa a ciencia cierta qué fue primero, si el huevo o la gallina, si cuando llegó OneToro ya se estaba despidiendo Movistar o al contrario como asegura la versión oficial, no importa demasiado, el caso, triste, es que no se hayan mantenido las dos compañías, lo que hubiese supuesto un marco de competencia siempre deseable en post de una mayor calidad, al fin y a la postre ferias había para ambas. En cualquier caso, la afición anda preocupada y revuelta, con las mariposas propias de cualquier estreno importante, cavilando cómo será el acceso a la nueva plataforma, desde radio macuto (fuentes no oficiales suena mejor ¿verdad?… pues desde fuentes no oficiales) se asegura que la conexión será fácil y los precios asequibles y debe ser así pensando en una audiencia, la de los toros que infortunadamente no es nada joven ni de rentas altas ni está habituada a las novedades cibernéticas, así que el aterrizaje debe ser lo más placentero y asequible a riesgo de un fiasco que no desearíamos nadie y del que ya hay algún antecedente; en este tiempo, lógico, se prodigan las quinielas (y cabe pensar que también las carreras de los interesados) por saber quiénes serán los rostros y voces de las retransmisiones o si habrá más oferta informativa que los festejos en directo; y se preguntan, el alboroto es general, por el calendario, del que solo se sabe que comienza el Domingo de Resurrección en Sevilla y continuará en Madrid, así que en el ensamblaje, entre el adiós y el hola de una y otra se han perdido las Fallas nada menos, un clásico de primer nivel y empezar perdiendo no es bueno. En la comparativa de cómo era la repuesta con tele (el año pasado) o sin tele (este año) se podrán sacar conclusiones muy interesantes.
Mientras, hemos dejado atrás Valdemorillo y su Candelaria, cada año más cerca de su objetivo, ser feria iniciática por la que desfilen las primeras novedades del año y convertirse en destino de peregrinación capitalina con la que dejar atrás el invierno taurino (alguien la ha llamado la Olivenza madrileña) y a ello se aplican el tándem de los Z (Zabala-Zúñiga) la renovación tan reivindicada que también alcanza a los despachos; y todo seguido ese marzo, que se espera/desea más templado que el anterior, lo escribí recientemente, una tarde soleada tira de la taquilla como una figura mientras que una tarde marceña es el peor de los anti, decía que marzo nos trae ya mismo a la joven y consolidada Olivenza y las dos ferias de la Comunidad, Castellón y Valencia que por imperativo del calendario litúrgico este año llegan de la mano, en una coincidencia total de lo más ingrata que obliga a elegir y por tanto a perderse algo.
Que el fuego de las fiestas josefinas depure los males del toreo y comience la fiesta mayor, toros y fuego por favor
En la Plana se mantienen en su objetivo de dar la semana completa de toros, cuestión que en los tiempos de mayor esplendor torero era un sueño lejano, así que mérito tiene que con lo que cae ahí afuera se mantengan en sus trece que en este caso son ocho días, ocho, de toros en los que se acartelan a las primeras figuras; Valencia, por su parte, la primera de primera con lo que ello conlleva, está sobrada de argumentos, la propia categoría de la plaza por encima de todos y sus exigencias como tal, el toro lo primero: después del invierno, la embestida, el bufido, el volumen, la mirada, los rizos… todo aliñado con la responsabilidad pesa como nunca, son detalles a los que jamás, dicen los toreros, se acostumbra uno, así que superarlo cuesta lo suyo, un Potosí decían los mayores, y de cómo resuelvan semejante encuentro, dará la información de cómo vienen los toreros al nuevo curso.
Más allá de las figuras consolidadas, las fallas deben ser clave para los jóvenes y hay unos cuantos de los que estar pendientes. La tan suspirada renovación del escalafón pasa por lo que pase en el ruedo. Digan/digamos lo que digan sobre injusticias y sistemas, los triunfos valen/cuentan/pesan y en Valencia por Fallas concurren unos cuantos emergentes a los que un triunfo les debe poner en marcha. Rufo que ya marcha, por cierto, gracias a los triunfos del año pasado por estas fechas en Castellón, y se sienta sin reparos en la mesa con los ricos, es uno de ellos y marca el camino, pero están también Téllez y De Manuel y aunque no sean tan nuevos Aguado y Ginés que tienen que dar el do de pecho que les consolide todo lo que traen hecho que no es poco. Y en esos detalles ha radicado siempre el interés de los más aficionados que convirtieron a esta feria y a Valencia en lanzaderas de nuevos valores. No habrá tele pero los triunfos de verdad se expanden como las propias ondas, los hay hasta que aseguran que más. Resumiendo, que de teles y jóvenes va este arranque de temporada sin que ello suponga eximir de responsabilidades a los Juli, Roca, Manzanares y demás ases. Y ahora, que el fuego de las fiestas josefinas depure los males del toreo y comience la fiesta mayor, toros y fuego por favor.
Postdata.- Posteriormente a la publicación de esta columna en la edición impresa de Aplausos, tuvo lugar una rueda de prensa con los responsables del nuevo proyecto televisivo, por lo que ya se puede hablar de fuentes oficiales, aunque no desvelaron muchas más cosas concretas que los precios de las suscripciones y que la nominación pasa a ser mundotoro TV.
LA NOTICIA DEL AÑO
Me he puesto a escribir esta columna a la vuelta de Gijón, donde la Peña Dávila Miura ha reconocido a Aplausos por su trayectoria, gracias. Casi cincuenta años en los quioscos la convierten en la publicación taurina periódica más longeva de la historia, cuestión que a quienes amamos la tauromaquia y el periodismo nos llena de orgullo. Pero más allá de la satisfacción personal por el reconocimiento vuelvo con la ilusión reforzada (y fundada) de que volverá a haber toros por la feria de Begoña. Hay motivos para soñar. La alcaldesa de la alcaldada desaparecerá del escenario con las próximas e inmediatas elecciones, ya no le quedaba a quien más ofender en Gijón y sus propios le han dado puerta; la afición está viva como he podido comprobar y el relevo político a poco que practiquen el respeto y la tolerancia, no debe oponer resistencia, al contrario, los hay que promueven la vuelta de los toros al Bibio en sus declaraciones de intenciones; la plaza está en condiciones por mucho que informes comprados y ajenos le pusiesen trabas; y el empresario, Carlos Zúñiga, tiene todo a punto para acortar plazos y organizar la feria de la reapertura. Sería la noticia del año.
