¿No es terrorismo amenazar a un pueblo de 200 habitantes con la llegada de varios autobuses con ganas de liarla para que no hagan su fiesta?
Lo siento y mucho. Siempre me he negado a ser “anti-algo”, para más dolor no soy ni “anti- antitaurino” y por eso nunca me ha gustado calificar ninguna actitud, ni a nadie, de terrorista. Como todo en la vida llega un momento que el vaso se llena, el agua se sale y, muy a mi pesar, creo que ese momento ha llegado. Con estas palabras no estoy haciendo un llamamiento a la guerra, ¡Dios me libre! Ante todo, como siempre he defendido: educación, tolerancia y libertad.
Hablar de terrorismo me cuesta, pero si nos basamos en la definición de ese término, sinceramente, está muy claro. El terrorismo es una forma violenta de lucha política mediante la cual se persigue la destrucción del orden establecido o la creación de un clima de temor e inseguridad, eso dice el diccionario, y llevándolo al terreno taurino es lo que están haciendo los contrarios de la fiesta. Yo pienso, ¿no es terrorismo amenazar a un pueblo de 200 habitantes con la llegada de varios autobuses con ganas de liarla para que no hagan su fiesta? ¿No es terrorismo que nos amenacen e insulten a todos aquellos que acudimos a una plaza de toros? ¿No es terrorismo todas las amenazas que sufrimos vía redes sociales los que defendemos nuestra fiesta? Desde mi punto de vista sí. Y lo peor de todo, es terrorismo de una minoría. Bien organizada pero una minoría. Y mientras nosotros a lo nuestro, así nos va. Ese terrorismo no llega solo ni por generación espontánea. Detrás hay un caldo de cultivo importante, no hará falta recordar los que este verano querían prohibir nuestros festejos, todo suma y crea odio hacia una manifestación cultural que es para todos sin ningún tipo de discriminación.
A pesar de todo, si hay algo que me preocupa es la radicalización de las cosas. Que el ser anti o pro sea motivo o escusa para generar violencia. Eso es lo que buscan los que vienen con formas poco pacíficas a coaccionar y atemorizar, por ejemplo, en Arañuel. Pienso, creo y defiendo que en ese juego no podemos ni debemos caer ni por nosotros, ni por nuestra cultura. Mahatma Gandhi decía: “La violencia es el miedo a los ideales de los demás” Y si temen a nuestros ideales y no son capaces de, sin violencia, llevarnos a defender los suyos igual es porque los suyos no tienen fundamento alguno.
