SALAMANCA

Béjar abre de nuevo las puertas de la plaza más antigua de España

Finito, Ureña y Capea harán el paseíllo este sábado para lidiar un encierro de Vellosino
Redacción APLAUSOS
viernes 07 de septiembre de 2018

El próximo sábado, 8 de septiembre, la tricentenaria plaza de toros de Béjar volverá a abrir sus puertas. La conocida plaza de El Castañar, denominada popularmente como La Ancianita, es la más antigua de cuantas existen en España. Su enclave, arquitectura e historia hacen de ella una plaza única. En semejante escenario, Finito de Córdoba, Paco Ureña y El Capea harán el paseíllo el inminente día 8 para lidiar un encierro con el hierro y la divisa de Vellosino.

Tal y como relató nuestra compañera Isabel Donet en uno de los reportajes de la sección “Plazas con Encanto” que publicó Aplausos, la plaza de Béjar está construida de granito roqueño, madera y teja árabe. Se asienta en un monte tupido de castaños, muy cerca del Santuario. Desde los tendidos más altos se vislumbra la sierra de Béjar, de verde campiña primaveral y de altas nieves invernales. Desde las localidades de poniente se percibe una irrepetible panorámica del municipio castellano.

El coso data del mes de septiembre de 1711. Su construcción fue impulsada por el Duque de Béjar, Juan Manuel de Zúñiga, bajo una condición irrenunciable: que los beneficios que se obtuviesen de los festejos taurinos fuesen destinados a las obras del santuario de la Virgen del Castañar, patrona de Béjar. Y así se hizo.

Parte del encanto y singularidad de la plaza radica en la disposición de sus dependencias. El patio de cuadrillas, por ejemplo, está ubicado debajo de la presidencia. Ello se debe a que enfrente se sitúa el llamado Tendido de la Virgen, donde se ubica una meseta triangular hasta la que, antiguamente, en días de festejo, era costumbre que los toreros llevasen en andas a la Virgen del Castañar para que su imagen presidiese el festejo.

REMODELACIONES Y REINAUGURACIÓN

A lo largo de la historia, la plaza ha sobrevivido a múltiples vicisitudes, a épocas de abandono, de deterioro, para luego someterse a intervenciones y salvar su fisonomía arquitectónica original. En 1917 se hizo una completa restauración. En 1956 desapareció el callejón y poco después fue declarada en ruinas. Cinco años más tarde, el entonces alcalde Ramón Olleros decidió restaurarla. Se eliminó definitivamente el callejón y se restauraron la presidencia y los tendidos. Se dio la circunstancia de que el mencionado alcalde murió en accidente de tráfico en diciembre de 1962 y el proyecto de remodelación quedó en el olvido hasta que en 1992 se iniciaron las obras de lo que ha sido una restauración definitiva. El Ayuntamiento creó a propósito una Escuela Taller capitaneada por el monitor y aficionado taurino Luis Martín Flores. Se realizó una completa intervención, hasta dejarla como la encontramos hoy en día. El 9 de agosto de 1996 fue reinaugurada con la celebración de una corrida extraordinaria, con toros de Manuel San Román Valdés para los diestros Emilio Muñoz, Joselito y José Ignacio Sánchez.

A la plaza de toros de Béjar, la siguen en antigüedad la de Campofrío (1718), Santa Cruz de Mudela (1722), Madrid (1749), Almadén (1757), Sevilla (1761), Zaragoza (1764), Lima (1767), Ronda (1785), Tarazona (1792), Aranjuez (1797)…

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