Fotos: JULIÁN LÓPEZ
El novillo de Dolores Aguirre que abrió festejo, basto de hechuras, reservón e incierto, no posibilitó lucimiento alguno ni con capote ni con muleta a Fernando Flores, debido a su falta de celo y entrega. Lo cazó al quinto intento, no sin dificultades.
El segundo de Fernando Flores tampoco ofreció opciones -un novillo con toda la barba por presencia-, por su condición reservona y realmente complicada, y más para un novillero poco placeado como es el caso, que terminó su actuación feamente con un bajonazo.
El segundo fue un novillo complicado al que se le acabó la acometividad al término de la primera tanda, en la que fue tras la muleta con una emoción y longitud que derivó a una movilidad desordenada y defensiva en las posteriores, rebañando en busca del novillero. Maxime Solera acabó con el de Dolores Aguirre a la segunda, empuñando el estoque con la mano izquierda.
Dado que en los anteriores novillos no hubo lucimiento alguno en los dos primeros tercios, al quinto se le colocó varias veces de largo al caballo, al que fue renuente y en cuyo peto apenas permaneció dos segundos. El novillo, feo de hechuras por basto y abierto de cuerna, ofreció un comportamiento algo más toreable que sus hermanos por el pitón derecho, con una mayor continuidad en sus acometidas, aunque sin entrega ni bravura. Maxime Solera se puso sin apreturas y sin lograr cotas lucidas. Agarró una estocada entera desprendida tras pinchar, de nuevo con la mano izquierda.
Terminada la faena de Cristóbal Reyes al tercero de la tarde sobrevolaba la impresión de que el trasteo había sabido a poco, pues cuando el novillero andaluz hubo dominado la embestida áspera aunque emotiva de su novillo en dos tandas de mano baja y mando por el pitón derecho, se fue inesperadamente a por la espada, que resultó caída, trasera y algo atravesada. Hubo voluntad aunque poca limpieza.
Con algo más de calidad embistió el sexto, otro novillo feo de hechuras que en el último tercio persiguió la muelta de Cristóbal Reyes con cierta templanza y nobleza. Los derechazos del novillero tuvieron trazo corto aunque encaje interesante. De nuevo se atascó con la espada de matar, llegando a pinchar hasta en siete ocsiones.
Villaseca de la Sagra (Toledo). Miércoles 5 de septiembre de 2018. Certamen Alfarero de Oro. Novillos de Dolores Aguirre, bastos de hechuras, algunos con presencia de toros, como fue el cuarto. Especialmente feos resultaron quinto y sexto. Mansurrones, sin entrega y deslucidos. Menos malo resultó el quinto por el pitón derecho, y noble y con cierta clase el sexto. Fernando Flores, silencio y silencio; Maxime Solera, silencio y ovación; Cristóbal Reyes, saludos y silencio. Entrada: Dos tercios.
