TAL DÍA ESTA SEMANA… 18 DE MARZO DE 1999

Curro Romero celebra su cuadragésimo aniversario de alternativa por todo lo alto

Alfonso Ávila
lunes 18 de marzo de 2024
Espartaco salió a hombros, pero unos lances del Faraón de Camas y unos naturales de Manuel Caballero quedaron en el recuerdo

El público valenciano recibió con aliento, cariño y hospitalidad a Curro Romero cuando se cumplían los cuarenta años de su doctorado en el coso de la calle Xàtiva. El Faraón de Camas llegaba a esta cita con sesenta y cinco años de edad, y sin dejar de torear ningún solo año, cosa a la que no ha llegado nadie en el toreo.

Tal y como relataba un currista confeso como nuestro compañero José Luis Suárez-Guanes para Aplausos, “las verónicas al toro de Caballero son esas medias verónicas que valen un viaje, el dinero de una entrada y justificar la fama mítica que tan justamente ha ganado este incombustible e imperecedero torero. Son estas medias verónicas las que te hacen recuperar una afición, muy disminuida por la monotonía y vulgaridad de la mayoría de las figuras actuales. Pues basta que confíes en una novedad para que se produzca enseguida el desencanto”.

“¡Qué mérito torear así a los 65 años! Y de este modo un trincherazo sublime, tres derechazos y uno de pecho, llenos de ángel; el bien hacer en dos o tres naturales y la estatuaria gitanería (aunque Curro no sea gitano) de un desplante. Esbozos, apuntes. Algunos momentos conseguidos que embriagaron de belleza el ruedo valenciano y la sorpresa de que el toro, tras pinchazo hondo y certero descabello, cae enseguida. Quizás al precioso trasteo le faltó un punto de unidad, pero la individualidad de algún muletazo, el regreso a otras formas ahora inexistentes y la nostalgia del cumpleaños le dieron a Curro una oreja pedida con fervor”.

Sobre Espartaco, escribió: “Estuvo voluntarioso lejos de su mejor forma. Solamente una serie con la derecha a su primero tuvo la firmeza de antaño. Pero entre la emotividad de una cogida sin consecuencias y la entrega en la estocada, le valieron para cortar su primer apéndice. Con el quinto se lució al veroniquear y logró hacer faena de un toro difícil haciéndole ir por donde no quería. Tragó paquete de verdad y logró otra oreja”.

Respecto al albaceteño Manuel Caballero, lo mejor de su labor vino en el tercero de la tarde: “Se lució al veroniquear a pies juntos. Con la muleta tras las consabidas probaturas, llegaron tres buenos derechazos, un torero cambio de mano y un gran pase de pecho. A continuación dos series de naturales de órdago a lo grande. Pese a que se fue a los efectismos y a los circulares cuando debió de seguir en la línea del toreo de hondura, la faena que tuvo el colofón de unos preciosos ayudados, hubiera sido de dos orejas de no haber fallado a espadas”.

Con lleno en los tendidos en la tercera corrida de la Feria de Fallas, se lidiaron seis toros de Jandilla, siendo ovacionados los lidiados en primer y tercer lugar. Curro Romero (oreja y protestas), Juan Antonio Ruiz “Espartaco” (oreja y oreja) y Manuel Caballero (ovación con saludos y palmas).

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