Encontró la horma de su zapato en Arnedo. Y se calzó como anillo al dedo el de Oro, uno de los premios más codiciados entre los novilleros. Una gran faena a un novillo de Adolfo Martín premiado con la vuelta al ruedo le hicieron alzarse como el triunfador de la feria. En su segunda temporada con los del castoreño, Daniel Medina pisa fuerte con su nuevo calzado.
-¿Qué significa ganar un trofeo tan prestigioso como el Zapato de Oro?
-Estoy muy contento de poder haber ganado el Zapato de Oro, ya que es el premio más importante para un novillero y es tan difícil de pensar a principio de temporada llegar a pensar poder ganar el Zapato de Oro.
-¿Qué sentiste en esa contundente faena, de tanta intensidad a ese buen novillo de Adolfo Martín?
-Ya desde por la mañana en el hotel tenía sensaciones buenas de que algo iba a pasar y cuando salió ese primer novillo ya con el capote desde que lo paraba, sabía que iba a embestir, porque me lo cogía muy por abajo y lo viví con muchísima intensidad, porque la gente entró muy rápido en la faena, que fue muy intensa en la que puede expresarme como torero y la gente de Arnedo me lo reconoció y me pidió la segunda vuelta al ruedo, ya que me negó el presidente la segunda oreja.
Pero me quedo sobre todo con el calor de la gente que me pidió sobre todo la segunda oreja con muchísima fuerza, hubo una bronca al palco enorme y según daba la vuelta al ruedo todo el mundo me pedía que diera la segunda vuelta al ruedo e incluso había gente que dando la segunda vuelta al ruedo me pedía hasta una tercera, o sea que me quedé realmente impresionado de la magnitud que llegó a tener esa faena porque realmente estaba tan concentrado, que no vives que la gente lo vive desde otra perspectiva. Y la verdad que me quede impresionado por cómo la gente entró a la faena y sentí un cariño especial por su parte.
-¿Y cómo fue lidiar por primera vez Adolfo Martín?
-Era muy difícil, porque era un encaste que nunca había toreado y son novillos que tienes que estar muy preciso con ellos y hacerlo todo perfecto. Tienes que tener una concentración máxima porque con un fallo se puede venir todo abajo. Y la verdad que lo viví personalmente con muchísima intensidad por eso, porque tenía que estar tan concentrado y hacerlo todo tan milimetrado que las embestidas que me dio ese novillo, pues es una satisfacción de encontrar lo que llevaba tanto tiempo buscando y al final las encontré allí.
-¿Qué otras tardes de tu temporada destacas?
-Si me tengo que quedar con alguna, me quedo con la de Castellón que pude cortar tres orejas y fui el único premiado de la feria y con la de Santoña, ya que pude compartir cartel y salir a hombros con los maestros Diego Ventura y Sebastian Castella, y por supuesto, con esta de Arnedo.
-La espada se ha llevado triunfos en tu segundo año con los del castoreño…
-Ha sido una temporada en la que la espada en ciertas ocasiones me ha jugado una mala pasada. He pinchado bastantes faenas importantes pero la verdad que poder alzarme con el Zapato de Oro ha sido un subidón de moral y terminar de esa forma la temporada en las ferias de novilladas, aunque aún me queda Zaragoza, es como la cúspide de los novilleros.
-Aún queda el último puerto, El Pilar de Zaragoza…
-La afronto con muchísima ilusión porque tengo ganas de reafirmar que ser el triunfador del Zapato de Oro no ha sido ninguna casualidad y poder hacerlo en una plaza de la categoría de Zaragoza y en la Feria de El Pilar es bastante emotivo para mí.
-Ser el ganador del Zapato de Oro debería tener recompensa en plazas importantes en 2024.
-Sí, espero que tenga reconocimiento y creo que lo va a tener, ya que es un premio con un prestigio desde hace muchísimos años. Soy una persona que se fija mucho en el día a día y aún queda el invierno por delante pero si hay que pensar en algo para el año que viene, lo primero que se me viene a la cabeza es Madrid. Es el principal objetivo. Para los novilleros pisar Madrid es muy importante para coger ambiente de cara a la alternativa y ya tengo ganas de ir. Estoy enfocado en mejorar día tras día y con la ilusión intacta para el año que viene y que vean a un mejor Daniel Medina.