BENLLOCH EN LAS PROVINCIAS

El Gobierno juega a las cuatro esquinas con la tauromaquia

José Luis Benlloch
domingo 08 de noviembre de 2020
Promete ayuda en la redacción de proyectos de futuro, asegura que no tiene obligación de ayudar y echa la culpa a la oposición

El mundo del toro no escapa de la deriva confusionista que practica el Gobierno. Seguramente menos que ningún otro sector. Está calculado, tienen un plan y lo siguen a rajatabla. Así que lo que un día se concede el otro se niega y en el siguiente el interlocutor de turno se llama a andana, qué, cómo, cuándo o un ustedes más… y responden o miran con cara de póker a quienes se les acercan esgrimiéndoles recientes promesas y planteando reivindicaciones o, mejor dicho, reclamaciones de derechos evidentes. Juegan al escondite o a las cuatros esquinas sin el mínimo pudor. Anteponen motivos ideológicos a derechos legales y recurren a la estrategia de poli bueno, poli malo con una facilidad que ya no confunde. Lo último ha tenido como protagonista principal, cómo no, al ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, hombre de buenas palabras, en realidad un trilero de la oratoria si se tienen en cuenta sus últimas declaraciones y/o sus quiebros a la gente del toro y su repetido prometer y no cumplir. En su currículo reciente, la pirandolina a los profesionales valencianos a los que esquivó entrando por una puerta trasera. Él, junto con el Secretario General Técnico y la Directora General de Bellas Artes así como Eneko Andueza, del Partido Socialista, mantuvieron una reunión por videoconferencia con Victorino Martín y Borja Cardelús, como presidente y director general -respectivamente- de la Fundación Toro de Lidia.

Está todo calculado, tienen un plan y lo siguen a rajatabla. Así que lo que un día se concede el otro se niega y en el siguiente el interlocutor de turno se llama a andana

El punto principal de la reunión fue la reclamación por parte de la FTL, en nombre de todo el sector taurino, de la inclusión de partidas económicas significativas para la tauromaquia en los Presupuestos Generales del Estado, donde el mundo del toro sufre una marginación tan histórica como insostenible en los tiempos de crisis actuales. Hay que recordar que la aportación se limita a sesenta y cinco mil euros que corresponden a la dotación del Premio Nacional de Tauromaquia y a una ayuda a un proyecto de la FTL –la Wikipedia taurina- como sucedía en los ejercicios anteriores, lo que confirma su marginación en el incremento del 25 por ciento que ha experimentado el presupuesto de Cultura para el próximo ejercicio.

Victorino Martín expuso al ministro que el mundo del toro en su conjunto se ha unido para conseguir, sin ayuda de nadie, fondos para la reconstrucción del sector. Algo que no sucede con ninguna otra industria cultural “pero consideramos -dijo según su nota de prensa- que para hacer una reconstrucción profunda necesitamos que el Ministerio se implique en los proyectos que pongan las bases de crecimiento futuro del sector”. En este sentido, el ministro de Cultura propuso -siempre según la misma nota- buscar esa ayuda en los fondos europeos, parte de los Presupuestos Generales del Estado, a través de proyectos que el ministro se compromete a trabajar junto con la FTL “en los meses inmediatos, y de cara al inicio de la próxima temporada taurina”, señala la propia FTL.

Anteponen motivos ideológicos a derechos legales y recurren a la estrategia de poli bueno, poli malo con una facilidad que ya no confunde

Victorino ¡qué remedio! valoró la declaración del ministro como un punto de partida positivo y como una puerta abierta para comenzar a trabajar en la financiación de proyectos a favor de la tauromaquia. “Proyectos que redunden no solo en el sector sino en la economía general, al ser la tauromaquia un grandísimo dinamizador de la economía local”.

Hasta ahí todos contentos, parecía haberse hecho la luz pero solo horas después, Andrea Gavela Llopis, subsecretaria de Cultura y Deporte, durante el acto de presentación del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado a la Comisión de Cultura y Deporte de la Cámara Baja, se encargaba de rebajar el suflé del optimismo y le echaba agua a las ilusiones que había despertado el ministro asegurando que el Gobierno está cumpliendo con la legalidad vigente pero que ésta “no exige una obligación de ampliación o crecimiento” del mundo del toro, postura contraria a la esencia tanto de la ley que regula la tauromaquia como patrimonio cultural, o la sentencia del Tribunal Constitucional 177/2016, de 20 de octubre, que afirma con claridad que la preservación de la tauromaquia como patrimonio cultural supone la imposición del deber a los poderes públicos de garantizar la conservación y promover su enriquecimiento, de acuerdo con lo previsto en el artículo 46 de la Constitución Española.

Ningún Gobierno, y menos el actual, se ha interesado por ayudar al sector taurino, que históricamente no ha recogido más que remedios de urgencia, reglamentos prohibicionistas y ningún planeamiento promocional formal

Y en la misma cámara, García Fernández, secretario general de Cultura, se incorporaba a la ceremonia de la confusión y reconocía que “los toros tienen una dimensión social y laboral que hay que ayudar”, y se sacudía las culpas de la realidad actual al dirigirse a los representantes del grupo popular: “Ustedes tuvieron muchos años para regular el tema de los toros. ¿Cómo lo regularon? Jurídicamente con una chapuza”; y remató: “En este país, si alguien ha hecho algo por los toros es el Gobierno del presidente Sánchez”, lo dijo y se quedó tan pancho sin reparar que ni un gobierno ni otro, mucho menos el suyo, se interesó por ayudar al sector que históricamente no ha recogido más que remedios de urgencia, reglamentos prohibicionistas y ningún planeamiento promocional formal.

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