BENLLOCH EN LAS PROVINCIAS

El toreo se la devuelve a Berlanga

José Luis Benlloch
domingo 29 de noviembre de 2020
Los guiños al mundo del toro del director adquieren especial valor en estos momentos de revisionismos culturales y ataques a la tauromaquia

El mundo del toro de la Comunidad Valenciana se la devuelve a Berlanga. Es de justicia. La Federación de Peñas Taurinas de Bous al Carrer que acoge a mil cien entidades y más de cincuenta mil afiliados, quiere reconocer el trato que el cineasta siempre le dio a la tauromaquia y se ha sumado a los actos conmemorativos del Año Berlanga con un ambicioso programa de actividades culturales –charlas, exposiciones y proyecciones- que se pretende que recorra diversas poblaciones de la Comunidad y en el que se pondrá en valor la relevancia que le dio al toreo y la fidelidad y respeto con la que trató su mundo.

Se trata de una planificación muy completa para la que se cuenta con la participación de personalidades de la talla artística del actor José Sacristán, que interpreta al teniente Broseta en La Vaquilla, o el matador castellonense Pepe Luis Ramírez, que dobla a los toreros en las misma cinta, una de las obras referenciales del cineasta valenciano y de la filmografía española en la que se evidencia el fuerte enraizamiento de la cultura taurina en la España rural incluso en los momentos más difíciles del país.

La iniciativa cuenta con el patrocinio de la Dirección General de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias de la Generalitat que una vez más ha orillado los prejuicios y ha tenido en cuenta los gustos de una gran parte de la sociedad valenciana. “Se trata de una gran apuesta cultural en la que debemos estar. Siempre hemos reivindicado que la tauromaquia forma parte de nuestra tradición cultural, española y valenciana y tenemos que respaldar a sus grandes hombres. Lo hicimos con Miguel Hernández y lo hacemos ahora con Berlanga”, ha declarado José María Ángel, que ha apostillado: “El cine es un arte que en este caso ha utilizado el mundo del toro, que es otro arte para su trabajo crítico sobre la sociedad”.

Las referencias taurinas y los guiños al mundo del toro como los que hace García Berlanga en su filmografía adquieren especial valor en estos momentos en los que los revisionismos culturales en general y los ataques a la tauromaquia están tan a la orden del día. En La Vaquilla se sirve de los toros para describir la sinrazón de la guerra civil y evidencia la transversalidad ideológica de la propia tauromaquia. En esta cinta, cuyo guion fue varias veces prohibido por la censura franquista -es bien sabido que Berlanga durante cuarenta años le cambiaba el título a alguna escena y la volvía a someter a juicio de tan extraños guardianes de la moralidad sin ningún éxito hasta la muerte de Franco- el bando nacional organiza un festejo taurino y los republicanos deciden robar la vaca para comérsela y a la vez dejar al enemigo sin fiesta. En la escena final la vaca acaba pudriéndose en tierra de nadie con banderillas rojigualdas y republicanas en su lomo, en un claro símil de lo que pasó en nuestro país.

La historia de Tejadillos

En esta misma película, al final, uno de los soldados pregunta a otro por el torero Tejadillos, a lo que contesta: “Murió en Valencia”. “¿Lo mató un toro?”. “No, de hambre”. Tejadillos también es el nombre de la finca en Patrimonio Nacional y el de un novillero sin suerte de Utiel, al que según cuenta la familia, Fidel García Berlanga -hermano del director- intentó ayudar en su carrera y lo mandó a Madrid a casa de Luis para que le ayudara en su aventura pensando que en la capital sería más fácil. Parece ser que Luis poco pudo hacer, más allá de hospedarle unos días, pero el recuerdo de aquel becerrista como se comprueba en su filmografía le quedó bien presente.

No es La Vaquilla la única obra del director valenciano en la que el toreo tiene un protagonismo relevante y sus personajes son vehículo de la crítica social que siempre acompaña sus argumentos. Su admiración por el mundo del toro y el conocimiento que atesora del mismo, le llevó a incorporar guiños y argumentos taurinos en otras obras. En Calabuch, cinta de 1956, rodada en Peñíscola, José Luis Ozores interpreta a Cocherito, un torero ambulante que acompañado por una vaca amaestrada, Bocanegra, recorre las ferias de los pueblos. Y tampoco faltan las referencias taurinas en la legendaria Bienvenido Mister Marsall.

Círculo social

García Berlanga, sin ser un aficionado muy activo, tuvo la ventaja de conocer el mundo de los toros por las vinculaciones que tuvo con el mismo, tanto en su círculo social como familiar, recuerda el periodista utielano José Luis Ramírez. La familia del cineasta fue una de las impulsoras de la construcción de la plaza de toros de Utiel y sigue manteniendo la acción que le correspondía por ello, ahora en manos de su sobrino Fidel. Su prima, con la que convivió como una hermana desde su niñez, se casó con Rafael Duyos, el poeta que cantó el toreo con especial sensibilidad y pasión y con el que Luis mantuvo una intensa relación familiar durante toda su vida.

En el seno de la familia refieren la amistad del director con Vicente Barrera y Rafaelillo, así como su admiración juvenil por Manolete, seguramente porque según su sobrina Gabriela Duyos: “Se estrenó como espectador de una corrida de toros siendo muy joven en la plaza de toros de Valencia, en la feria de julio de 1942, tarde en la que Manolete obtuvo un sinfín de trofeos”, tantos que los aficionados calificaron aquella tarde como la corrida del siglo.

Desde la Federación de Peñas cuyo objetivo es la defensa, promoción y difusión del mundo del toro y entienden la vertiente cultural de la tauromaquia como un movimiento único y transversal, han acogido su incorporación al Año Berlanga con gran entusiasmo y preparan la realización de un excelente documental con imágenes inéditas de gran interés.

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