El matador de toros mexicano Pablo “Curro” Cruz falleció este viernes, 9 de abril, a los 57 años de edad tras un paro respiratorio como consecuencia de su delicado estado de salud. El diestro azteca estaba ingresado desde hacía un mes en el Hospital de Especialidades de Tlalpan de Ciudad de México.
Nacido el 25 de enero de 1964 en Ciudad de México, pronto sintió la llamada del toro, gracias también a su padre, popular banderillero en aquellos años. Debutó en la Plaza México el 22 de julio de 1984, dando una vuelta al ruedo tras resultar herido por un novillo de La Laguna. El 2 de septiembre volvió a torear en la Monumental, repitiendo el 11 de noviembre, día en que cortó tres orejas a una novillada de Los Cues. Esa tarde también resultó herido después de una actuación donde dejó de manifesto su valor y arrojo. Su brillante trayectoria como novillero estuvo plagada de notables actuaciones y triunfos, también de percances.
El 26 de abril de 1987 tomó la alternativa en el coso de Insurgentes, actuando de padrino Manolo Martínez y de testigo, Jorge Gutiérrez. Los toros, de la ganadería de Begoña, lo hirieron, mandando al toricantano a la enfermería.
Un nuevo percance, este de mucha gravedad, sufrido en la plaza Silverio Pérez en Texcoco el 12 de febrero de 1989, le apartó de los ruedos durante mucho tiempo y le afectó a su condición física, lo que le llevó a retirarse.
Desde APLAUSOS enviamos mediante estas líneas nuestro más sentido pésame a sus familiares y amigos. D.E.P.
