DESDE EL ARENAL

Hatillo de sueños

Carlos Crivell
viernes 12 de febrero de 2021

He vuelto a pisar el ruedo de la plaza de toros de Sevilla para presenciar la preparación de un nutrido grupo de chavales que aspiran a ser toreros. Son los alumnos de la Escuela Taurina de Sevilla, que toreaban de salón para el programa Escuelas Taurinas, hatillo de sueños. He mirado la cara de los niños y muchachos que no se cansaban de pegarle pases a quien les hacía de toro. He sentido que detrás de esas miradas, además del respeto ya conocido, hay mucha esperanza en el futuro, unas ganas tremendas de aprender los secretos del oficio y unos deseos incontrolados de poder expresar en público su estilo torero.

He vuelto a pisar el ruedo de la plaza de toros de Sevilla para presenciar la preparación de un nutrido grupo de chavales que aspiran a ser toreros. Son los alumnos de la Escuela Taurina de Sevilla. He visto a sus profesores, Luis de Pauloba y Curro Sierra. ¿Cómo se puede alentar y animar a quienes desean abrazar una profesión que ha sido tan cruel para ellos mismos?

He observado a los profesores en la distancia, atentos a todo, siempre al quite para corregir los defectos de los principiantes. He recordado el arte excelso de Luis de Pauloba, un pedazo de profesional caído en la dureza de la profesión, pero que nunca ha dejado de ser torero. He cruzado la mirada con Curro Sierra, justo cuando me he percatado de que estaba sobre el mismo lugar del ruedo en el que fue cogido el 20 de junio de 2004, aquella cornada que puso fin a un proyecto taurino maravilloso. Y en ese momento, cuando los niños seguían a lo suyo, al ver a sus dos profesores entregados a su educación torera, he sentido un extraño escalofrío. ¿Cómo se puede alentar y animar a quienes desean abrazar una profesión que ha sido tan cruel para ellos mismos? Pauloba y Sierra son dos ejemplos de la grandeza que te encuentras en cada rincón del toreo.

Dirige el programa del canal Toros Ana María Romero. Ana María fue una excelente presidenta de la plaza de toros de Málaga, siempre preocupada por el cumplimiento del Reglamento y la defensa de los aficionados

Hatillo de sueños es un programa taurino fantástico que el canal Toros de Movistar está dedicando a las escuelas taurinas españolas. Como otra sorpresa más, quien dirige este programa es Ana María Romero, taurina de dinastía, a la que miro cómo organiza la grabación y me parece que para ella este programa es como una bocanada de aire fresco necesario que la rescata de los malos momentos que ha vivido en su camino por la Fiesta. Porque Ana María fue una excelente presidenta de la plaza de toros de Málaga, siempre preocupada por el cumplimiento del Reglamento y la defensa de los aficionados. Esa postura encomiable, que ya debería haber sido objeto de un reconocimiento por algunas asociaciones malagueñas, encontró el rechazo de los profesionales que solicitaron, y al final consiguieron, su destitución del puesto de presidenta. Esos mismos profesionales que firmaron una carta denigrante pidiendo su cese, deberían ahora reconocer su labor en este maravilloso programa, del que ella ha sido la ideóloga y que se realiza bajo su dirección, y que nos pone de relieve que todavía hay jóvenes que tienen un hatillo lleno de sueños.

Me marcho reconfortado de la Real Maestranza. En una luminosa mañana de invierno, el toreo sigue vivo. Dos profesores que pagaron con sangre su vocación le devuelven a la tauromaquia su trabajo y su entrega. Los alumnos son esponjas que torean sin cesar buscando la perfección. Y el ruedo de la plaza de toros de Sevilla es el escenario magnífico de un programa que ha servido para que una gran aficionada, la directora de este Hatillo de sueños, se haya quitado la espina que algunos le clavaron de forma injusta. Grandeza por todas partes.

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