Que la Feria de San Isidro es larguísima lo sé en carne propia; y por tanto no hace falta que me lo recuerden. Larga y rentable. Larga y distinta. Larga y a pesar del año, y de la crisis, se va a quedar corta porque se han quedado varios miles de aficionados sin encontrar una buena entrada. Y sobre todo sin encontrar un abono. Porque ese abono isidril tan largo, sigue siendo un tremendo objeto de deseo por parte de muchos aficionados.
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