ENTREVISTA

Miguel Maestro: “Siento que tengo la moneda para poder cambiar mi destino”

Curro Pavón
jueves 10 de junio de 2021
"Me dijo el maestro Juan Mora que cuando se torea poco es cuando más se sueña y ahora mismo me alimento de mis propios sueños”, señala el torero madrileño

Miguel Maestro es una de esas personas que de niño tenía claro que quería ser torero y emprendió el camino en busca de su sueño. Los comienzos fueron inmejorables, pero con el paso del tiempo aparecieron algunas piedras que ralentizaron su carrera. Ahora está atravesando una etapa feliz, sabe que las cosas no están nada fáciles y que la única solución para poder alcanzar el debido vuelo pasa por confirmar en Las Ventas de Madrid. Ese es su principal objetivo.

“Esperemos que esto se solucione del todo lo antes posible y el público pueda asistir a los festejos con total normalidad”. Quien habla es Miguel Maestro, torero de dinastía. “Yo iba a la guardería con un toro de peluche, mi capote y muleta, ahí realicé mis primeras faenas, además fui bautizado con un capote de paseo de mi tío Julián Maestro”, uno de los príncipes del toreo junto con el malogrado José Cubero “Yiyo” y Lucio Sandín.

Resalta la influencia de los ambientes. “Por mi casa pasaban muchos toreros, me quedaba ensimismado viendo los trajes de luces que tenía la oportunidad de ver y desde que tengo uso de razón siempre estaba frente a la televisión viendo corridas de toros, pero soy de los que piensa que para esta profesión te tienen que parir, el torero nace más que se hace”.

Miguel Maestro nació torero, “con tan solo ocho años ingresé en la escuela de Galapagar y con doce en la de Madrid, donde se fijó en mí Gregorio Sánchez”. Su trayectoria como novillero sin caballos fue exitosa, “gané el certamen de las escuelas madrileñas y después uno nacional en Jerez de la Frontera”. Su camino con caballos está determinado por dos hitos, una retirada de seis años porque “perdí la ilusión, la pérdida de mi madre y otras circunstancias me afectaron muchísimo, no me quería engañar a mí mismo y ni muchos menos al público”.

Y la plaza de Madrid. “Las Ventas es una plaza muy cambiante, tiene sus días, a mí me impresiona hasta cuando voy de aficionado, siempre me han tratado muy bien cuando he pisado su ruedo”. Seis veces ha realizado el paseíllo en la catedral del toreo, el más importante el del 24 de julio de 2016 donde pudo cortar una oreja, “fue una tarde agridulce, el percance de Víctor Barrio estaba muy presente y a mi compañero Pablo Belando le dieron un tabaco muy gordo en el segundo novillo, la incertidumbre se hizo presente, esa oreja me sirvió muchísimo, pero yo iba a por más”.

A finales de 2019 cumplió el sueño de tomar la alternativa, ocurrió en la localidad de San Martín de Valdeiglesias y seguidamente llegó la pandemia, “una auténtica pena, a raíz de ella cogí cierto ambiente por la sierra norte de Madrid pero la gente se olvida pronto de las cosas, nunca he dejado de entrenar y prepararme para estar listo cuando suceda la oportunidad”. Ahora mismo existen pocas, “tengo esperanzas de confirmar en Madrid, no es fácil, pero confío, siento que tengo la moneda para poder cambiar mi destino, me dijo el maestro Juan Mora que cuando se torea poco es cuando más se sueña y ahora mismo me alimento de mis propios sueños”.

En todo este trayecto ha sido fundamental la figura de su tío Julián Maestro. “Ha sido y es mi padre taurino, todo un referente, he tenido mis diferencias con él, pero cuando más pasa el tiempo, más lo valoro. Para bien o para mal siempre me dice la verdad, cosa que agradezco muchísimo, su carrera en el mundo del toro es admirable”.

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