Diego Urdiales y José Garrido pasearon un trofeo cada uno del cuarto y el sexto, respectivamente.
GALERÍA FOTOGRÁFICA DE ISABELLE DUPIN
Fotos: ISABELLE DUPIN
Diego Urdiales saludó una ovación en el toro que abrió plaza. El riojano manejó bien el capote, especialmente en un buen quite por chicuelinas. La faena de Urdiales tuvo momentos de buen gusto y notable expresión aunque faltó ligazón y continuidad ante un toro noble y manejable. Mató de un pinchazo hondo y dos golpes de descabello. La faena al cuarto volvió a estar salpicada de muletazos buenos, sin embargo careció de la ligazón suficiente para llegar al tendido. Especialmente por el pitón derecho dejó detalles toreros, con templanza pero sin redondear. Mató de una estocada entera, siendo premiado con una oreja.
El que hizo segundo, con el hierro de El Tajo, fue un toro importante por su transmisión, calidad y humillación. Bravo el de Joselito, que además lució preciosas hechuras. Thomas Joubert suplió la falta de oficio con actitud y disposición. Variado con el capote, intercaló verónicas con caleserinas en el recibo y tafalleras en el quite. Exigía mando y gobierno el toro y no siempre se lo dio Joubert que se amontonó por momentos. Cuando lo hizo, logró momentos importantes como una serie a pies juntos al natural. Finalizó por manoletinas y una buena estocada en la suerte de recibir. El público pidió con fuerza las dos orejas que el palco concedió. Su segundo fue un toro que tuvo calidad en la embestida y Joubert, de nuevo dispuesto, dejó una faena larga y abundante en muletazos. En este turno anduvo más centrado y templado que en su anterior haciendo gala de su personalidad dentro de un conjunto que no terminó de romper de verdad. Manejó con acierto la espada y saludó una ovación.
Jose Garrido anduvo por encima de las condiciones del tercero. El extremeño supo extraer el fondo de un toro sin transmisión en una labor de mucha capacidad, solvencia y firmeza. Paciente, fue ahormando la embestida de un animal que mostró aspereza y soltaba la cara en los compases iniciales hasta instrumentar muletazos de bella factura. Se atascó con el descabello saludando una ovación. Sensacional resultó el quite por chicuelinas de Garrido al sexto: garbo, gracia, temple. De hinojos abrió la faena en los medios para seguir en dos series sobre la diestra ligadas, despaciosas, con ritmo hasta un desarme. Volvió a crecer la faena cuando se echó la muleta a la diestra, asentado el extremeño, corrió bien la mano. Cerró por manoletinas antes de una contundente estocada. Oreja.
Istres (Francia), sábado 18 de junio de 2016. Toros de El Tajo (2º, bravo, encastado, fuertemente ovacionado en el arrastre; 3º, deslucido; y 4º, noble y manejable) y La Reina (1º, noble; 5º, con calidad pero soso y 6º, con movilidad y codicia, de buen pitón derecho). Diego Urdiales, ovación con saludos y oreja; Thomas Joubert, dos orejas y ovación con saludos tras petición; José Garrido, ovación con saludos tras aviso y oreja. Entrada: Casi lleno.
