Una amiga tiene un perro triste, de mirada desubicada, como buscando algo que no encuentra. La belleza viva y rápida de mi amiga no casa con su perro. Pepe es lento, admite cualquier trato con la indolencia de quien ya ha vivido tanto. Sus ojos dicen que le da igual. A Pepe lo mandó castrar mi amiga, insultantemente guapa. De esas guapas que no le basta con saberlo, sino que necesitan que se lo digan todos los días. Le digo que Pepe está como allá, que nunca está donde ella lo pone. Se le pasará, dice la bella. Es el post operatorio. Pepe es ya un eunuco. Yo creo que lo sabe.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2070
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2070 para iPad
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2070 para Android