El maestro salmantino Pedro Guitérrez Moya “El Niño de la Capea” ha atendido a APLAUSOS precisamente en Albacete donde ha vivido los últimos días de Dámaso González hasta el fatal desenlace, destacando al respecto: “Dámaso comenzó a sentirse mal hace un mes, le hicieron unas pruebas y ha sido todo muy rápido, tan rápido que aún no ha dado tiempo a asimilar lo ocurrido. Precisamente hace ocho días estuvimos viéndonos y comiendo y todo parecía apuntar a que se encontraba mejor… pero ha sido fulminante no ha sido posible asimilarlo”.
El Niño de la Capea calificaba abiertamente desde estos momentos de dolor al “León manchego” como “una de esas personas que ha sido fuera de lo normal, de las que hace falta en este mundo. Ha sido buena gente, humilde, con una gran personalidad y con muchísimo carácter pero de una excelente nobleza”. Como torero, el salmantino apunta: “Fue un fuera de serie, con un temple fuera de lo normal, una muñeca derecha excelente y un valor a prueba de bombas, increíble. Para mí ha sido una bendición de Dios poderlo ver tantas tardes y desde que tomé la alternativa he tenido el privilegio de contar con su amistad sincera. Ha sido mi mejor amigo en un mundo nada fácil, donde traspasó el umbral de lo profesional para convertirse en familia”, y añade: “Para mí se ha muerto un hermano”.
