Santiago Domecq Bohórquez llevaba muchos años postergando la posibilidad de ir a Sevilla con sus toros. El respeto que sentía, y siente, por el coso del Baratillo refrenaban su deseo de estrenarse como ganadero a orillas del Guadalquivir. Al final ha decidido hacerlo este año entre otros motivos para no privar de ese gusto a sus hijos, a su familia, bastión en el que se sustenta su fe como ganadero. Estas son las declaraciones a pie de campo de un hombre comprometido con el reto que enfrentará en unos días.
– “Este año lidiamos en Sevilla y Madrid. Lo he decidido yo, nadie me ha obligado, y voy con todo el cariño y la ilusión a esos exámenes de mayor dureza”
– “Un pintor no pinta igual con veinte que con sesenta años. Igual pasa con los ganaderos cuando buscamos nuestro toro, pero con la diferencia de que no pintamos sino que jugamos con caracteres”
– “Los que tenemos menos posibilidades de examen, como cateemos la tenemos clara. El que lidia más tiene más exámenes y eso también se traduce en un mayor número de aciertos. No me quejo, pero así está esto”
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