Hay tardes que pretenden marcar una época. Quizás abrir un camino nuevo. Es difícil pero no imposible. La tarde de los adolfos y Roca Rey pretendía eso, pero sucede que venía amparada por más tardes. O era esa tarde la que, sobre todo, daba cobijo a las demás tardes de San Isidro. Lo cierto es que, a mitad de camino en el serial, algo dice que es posible: caminos nuevos.
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