ENTREVISTA

Perera, primer chupinazo de la Magdalena: “El cuerpo me pide retos”

José Luis Benlloch
domingo 27 de febrero de 2022
El extremeño, que se considera hombre de retos, encabeza un cartel de exigencia máxima, mano a mano con De Justo y toros de Victorino en una feria que por vez primera adelanta a las Fallas en numero de festejos. “Cuando el boom del recordado Fandiño toreé mano a mano con él y el año que mi amigo Ureña sale triunfador en San Isidro toreamos mano a mano en Otoño”

Vuelve la normalidad, vuelven los toros, vuelve la ilusión de los aficionados… y en ese ambiente Miguel Ángel Perera surfea la primera ola de la temporada con pulsión de figura y acapara titulares. Dicho por orden de publicación: triunfador de la feria de Valdemorillo el año que Valdemorillo disparó su estatus; ausente de Valencia donde llegó a ser un clásico desde que junto a Harinero, se ganaron vida y memoria; y finalmente se ha convertido en la primera carcasa de la Magdalena, la feria que respira gozo tras haberle echado la delantera a su vecina Valencia. Lo primero es oficial; lo segundo no tiene más explicación que la extensión del serial; y la tercera tiene en vilo al toreo: un mano a mano Perera-Emilio de Justo con toros de Victorino Martín son palabras mayores.

-¿Prometes guerra en Castellón?

Prometo ilusión. Para mí es un reto, un compromiso y una responsabilidad. Lo afronto con todas las consecuencias, eso sí.

-¿Y ahí no va incluida la guerra?

Ahí va incluida la ilusión. Y va lo mejor de mí. Tengo metida esa corrida en la cabeza y entreno y vivo las veinticuatro horas para ella y para las que vengan.

-Mano a mano con Emilio de Justo y una de Victorino como libreto, en cualquier otro arte se hablaría de dificultad máxima, eso es Champions.

A mí me gustan esos retos. Él es un especialista y uno de los grandes triunfadores de la temporada pasada junto a Morante; y la de Victorino es una ganadería que todos sabemos las dificultades que saca pero si te impones…

“El toreo es imposición y es dominio del oponente… aunque al final depende mucho del tipo de toro”

-¿El toreo es imposición?

Según mi concepto sí, el toreo es imposición, es reducción, es dominio del oponente… aunque al final depende mucho del tipo de toro y en ocasiones pueda tener algo de acompañamiento.

-¿Y cómo se consigue con corazón o con cabeza?

Todo es poco, las dos cosas son necesarias. Y volvemos al toro, hoy día es tan depurado, tan bravo, que pide que te aprietes si quieres alcanzar el domino.

-¿Para circular por el toreo qué es necesario valor o valores?

Valor para ejecutarlo y valores para saber cual es la línea que debes seguir. El toreo es una forma de entender la vida y la forma de estar en la plaza es muy semejante a la forma de estar en calle. Ya se sabe, se torea como se es y como se está.

-Hay quien podría entender que entrar en la corrida de Victorino es un paso atrás en tu estatus.

No, porque es voluntario. Podía haber entrado en otra corrida de las que se estaban cerrando o podía haberme quedado fuera pero decidí estar. Yo nunca hice lo que no quise. Y en Sevilla lo mismo. Tuve ocasión de entrar en otra corrida y pedí la de Victorino. Ya la había pedido en 2019 pero en aquella ocasión ya estaba el cartel cerrado.

-Un gran triunfo puede suponer que comiencen a pedirte que sigas matando corridas de Victorino.

Mataré las que tenga que matar. De momentos esas dos, Castellón y Sevilla, no tengo en mi cabeza ninguna más. Son las dos apuestas grandes de principio de temporada y no hay otros planes en ese sentido.

-Estás muy contundente ¿Alguna vez dudaste de ti?

Nunca. Lo que pasa es que soy muy perfeccionista y en ocasiones me he machacado demasiado o no me he dado la importancia que realmente tengo ante los toros pero dudar no he dudado. Esa obsesión por mejorar me hace insistir.

-¿Y crecer?

También.

-¿Por qué ese trago para comenzar?

Yo era consciente de que la temporada no se planteaba fácil desde el principio y había que hacer algo importante. Me propusieron la de Victorino con una terna y eso me pareció algo normal, no me sedujo, pero cuando surgió la posibilidad del mano a mano con Emilio de Justo me encantó la idea. Yo me siento capacitado para apostar y eso es una apuesta.

“En la plaza es necesario valor para torear y valores para saber cual es la línea a seguir”

-¿De las que miden a los toreros?

De las que miden, sí. Él está en un momento pletórico y de los victorinos qué he de decir. Además…

-¿Además qué?

Que yo soy un torero que nunca se escondió. Cuando surgió el boom de Fandiño, en paz descanse, toreé mano a mano con él en Dax y nos acartelamos juntos varias tardes, entre ellas en plazas como Bilbao. Cuando Ureña, que es muy amigo mío, salió triunfador de Madrid, me anuncié mano a mano con él en la Feria de Otoño… Nunca rehuí los compromisos, nunca rehuí la pelea.

-Vamos, que el cuerpo les pide retos.

Ahora mismo sí. Me encuentro con una ilusión que no digo que no tuviese el año pasado pero es diferente, y sí me pide retos. El año pasado fue una temporada rara.

EL MEJOR APODERADO

-Decías que la temporada no iba a ser fácil… ¿Por qué, por haber asumido tú mismo la responsabilidad administrativa, por apoderarte tú mismo?

Eso no es una situación nueva. Estos años, especialmente el pasado, todas las decisiones pasaban por mí. Todo lo que se hacía se me consultaba previamente. Yo tenía la última palabra para todo. Me proponían Pedro y Santi, yo lo consultaba con David (mozo de espadas y amigo desde siempre) y hacíamos lo que considerábamos. Así que mi administración ha cambiado poco.

-¿Hay un modelo de apoderamiento para cada época?

Lo importante es que te sientas a gusto. Yo estoy feliz y eso es la clave para dar lo mejor de mí. El mejor apoderado es uno mismo. Hay figuras del toreo que están toda la vida con una casa grande y les va bien, están felices; y otros que prefieren un apoderado independiente y también les va bien.

-¿Cómo ves la temporada, difícil, con muchas incógnitas,?

A priori bien. Se está moviendo todo mucho, se nota que hay ganas de toros. La incógnita está en la economía, que a la postre va a ser decisiva en la respuesta del público. Esa es la duda, si la gente tiene posibles para acudir a las ferias.

-¿Y la partida del futuro con los anti?

No lo tenemos fácil. No estamos organizados para defendernos. Todos pensamos que deberíamos aprovechar este tiempo de inactividad de la pandemia para activar, para crear una herramienta o un organismo que nos defendiese ente los anti, la administración o frente a los políticos pero hemos salido de ese tiempo igual que estábamos. Se ha ido normalizando todo y ya nos hemos olvidado de algo tan necesario. Hemos perdido una gran ocasión para reforzarnos ante los ataques de fuera.

-¿Igual es que los toreros tenéis un gen individualista o cortoplacista que impide soluciones planeadas o colectivas?

Totalmente. Ya no hay restricciones, hay normalidad hay ferias… y se nos ha olvidado lo mal que estábamos.

-Que estamos.

Eso.

-¿Alguien se ha aprovechado de la situación?

A río revuelto ya se sabe… pero eso no es exclusivo del mundo de toro.

-De primeras triunfador de Valdemorillo, te habrá llenado de confianza.

Desde luego, pero para mí no ha sido sorpresa. Ha sido el fruto de la preparación, me ha ratificado en el trabajo que he venido haciendo. Por el efecto escaparate que tiene esa feria en las proximidades de Madrid, la repercusión ha sido magnífica pero me quedó con las sensaciones que tuve en la plaza.

“Cuando dices que eres torero te miran con cierta extrañeza. Cada día estamos peor vistos. Es desconocimiento”

-En Valencia no estás anunciado. ¿Te ha decepcionado?

Nunca es agradable quedarte fuera de una feria tan importante pero lo tenía asumido, lo esperaba. Sabía que se iban a dar menos corridas y entendí que han salido toreros nuevos con interés que ocuparían los puestos. Hasta me hubiese resultado raro que hubiesen contado conmigo.

-Dieciocho años de alternativa empiezan a ser muchos, ¿tú crees que el tiempo gasta?

Sí. En la imagen pública y en el físico. Eso es ley de vida. Se compensa con disciplina. Los toreros desde un tiempo para acá nos hemos convertido en deportistas de élite, les damos mucha importancia a la preparación. Sentirme fuerte me da mucha confianza ante el toro.

-¿Este Perera es mejor que el de los primeros años de alternativa?

No sabría decirte. Hace quince años le hacía cosas importantes a los toros y ahora también se las hago, y en un tiempo y otro toreaba con el mismo trazo… Sí es cierto que ahora tengo un poso que antes no tenía. Son etapas por las que hay que pasar, habrá a quien le guste más aquel Perera y otros que se inclinen por éste. Si he llegado hasta aquí ha sido porque he sido capaz de crecer y evolucionar. Nunca me estanqué.

-¿En ese camino te has sentido reconocido?

Yo me siento un privilegiado. Y feliz con lo que he hecho. No envidio nada de lo que no he hecho. Sí es cierto que anhelo triunfos concretos que no he podido conseguir todavía como materializar una Puerta del Príncipe o una Puerta Grande en Bilbao. Aunque he cuajado faenas importantes en esas plazas y he triunfado en las plazas más relevantes, me faltan esas fotos para el día de mañana.

-¿Y se te ha valorado?

Honestamente te diré que no del todo. Y no me refiero a las críticas. En ocasiones acabas una faena en los terrenos del toro y no se le da la importancia que tiene eso.

-Quizás porque como objetivo puede saber a poco o reiterativo.

Ese no es el toreo que busque siempre es un recurso porque no todos los toros aguantan un final de faena con exigencia. Yo me considero un torero de recursos, tanto en la larga distancia, en la media como en la corta, al que le valen muchísimos toros y ese es uno más. Entonces se entenderá que eso es una virtud más que un defecto.

-Competitivo sí eres.

Siempre lo fui. Esa es una de las virtudes obligadas si se quiere ser torero. Hay que tener amor propio y espíritu de rivalidad sin perder las formas. En ocasiones se critica que los toreros nos demos un abrazo en el patio de cuadrillas pero la rivalidad no incluye los malos gestos. Hoy no se entendería una rivalidad con malas formas. Eso es de otra época. Lo que no quita que cuando salga mi toro quiera ser el mejor.

-¿Celoso con los nuevos?

No, nunca me dolieron prendas a la hora de resaltar las virtudes de los compañeros. Nunca entendí que mi triunfo dependía del fracaso de los demás.

“Hay que tener amor propio y espíritu de rivalidad sin perder las formas. En ocasiones se critica que los toreros nos demos un abrazo pero hoy no se entendería una rivalidad con malas formas. Eso es de otra época”

-¿El malo de la película del toro es el empresario?

Decir que sí sería generalizar y no sería justo. Yo creo que lo que falta es claridad y transparencia. Cuando la hay todo es más fácil para todo el mundo.

-¿Tú crees que la claridad y la línea recta es lo más conveniente en las relaciones o hace falta más templanza?

Es que la transparencia y la línea recta no está reñida con la templanza.

-¿Cómo sobrevive un torero en la sociedad actual?

Cada vez es más complicado. Cuando dices que eres torero de momento te miran con rareza, no digo mal pero sí con cierta extrañeza. Cada día estamos peor vistos de forma injusta.

-Porque no se conoce.

Seguro. Falta comunicación y la imagen ha perdido el atractivo que tenía en otros tiempos.

“El toreo es una forma de entender la vida. Se torea como se es y como se está”

-Ahora tienes a la vista un reto nuevo, competir en la plaza con tu suegro y con el cuñado.

La ilusión del maestro es conmemorar su cincuenta aniversario de alternativa toreando una corrida con nosotros pero todavía no es algo definitivo. Quiere probarse antes.

-Tendrás que levantar el pie en beneficio de la paz familiar.

No creo que sea necesario. El que tiene en la cabeza darnos un repaso es él. La raza, el amor propio, la motivación siempre le acompañaron y ese día si finalmente llega, va a ser fiel a lo que ha sido, así que no habrá que levantar ningún pie, al contrario.

-Suerte pues.

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