Cayetano: “El día que interponga mis intereses personales con mis principios ese día no valdré nada”
Marín: “Ha sido una tarde con dos toros exigentes, que pedían cruzar donde queman los pies”
Fotos: ARJONA
Con el doble trofeo en el esportón tras la lección magistral dictada en Vistalegre, el valenciano Enrique Ponce ha destacado la importancia de lo ocurrido sobre el albero bilbaíno apuntando a los micrófonos de nuestros compañeros de Canal Toros lo siguiente: “Estoy muy contento porque el toro no ha sido fácil. El toro tenía su fondo pero había que ayudarle a sacarlo al exterior. Si analizas la lidia para ver cómo ha sido el toro, éste se colaba, siempre iba por dentro, con la cara arriba y quedándose corto. Le he sacado ese fondo, que no era fácil porque se quedaba por dentro y reponía mucho pero -poco a poco- le he ido abriendo camino, ha ido a mejor y creo que además, le he puesto el alma a cada muletazo. He toreado con gusto, abandonado pero siempre llevando al toro porque había que torearlo, llevarlo, enseñarle”. Tras la lidia del primero, más complicado y deslucido, Ponce destacó al respecto “el toro tenia buen embroque pero le costaba tirar adelante y a pesar de haberlo tratado bien, sobre todo a principio de faena, pero no tenia fondo. Era un toro que ha ido a menos y he tratado de buscar las distancias porque parecía que de largo y perdiendo unos pasos venía con más empuje pero se acabó pronto. Era un espejismo”.
Con el triunfo de hoy Enrique Ponce logra la sexta puerta grande en Bilbao, un idilio que se acrecienta con el paso de los años y que viene refrendado con esta tarde, al respecto Ponce manifestaba también lo siguiente: “Bilbao ha sido para mí siempre importante y ha marcado siempre mi carrera desde mis principios. Aquella corrida de Torrestrella en el año 91 que me abrió muchísimas puertas, por ejemplo, y desde entonces creo que he sido un torero muy querido aquí en Bilbao. Hemos tenido siempre muy buen feeling y es una de mis plazas que se identifica mucho conmigo”. El triunfo ante los de Victoriano del Río corrobora además, el buen momento por el que atraviesa tras veintisiete años de alternativa ya que ha llegado a Bilbao después de triunfar en Málaga con el espectáculo Crisol y hacer lo propio en otras plazas, como Ciudad Real, donde indultó un toro o Almería, donde este jueves cortó cuatro orejas, “la verdad es que cada momento ha sido importante en mi vida y siempre he estado ahí arriba pero no cabe duda que existe una evolución desde hace unos años para acá en el que me encuentro muy contento y feliz, por el momento que estoy pasando actualmente”.
Cayetano: “El día que interponga mis intereses personales con mis principios ese día no valdré nada”
Por su parte, el torero madrileño, Cayetano, hacía el paseíllo por primera vez en una Semana Grande de Bilbao y protagonizó una actuación en la que su raza y pundonor quedaron de forma manifiesta en sus dos actuaciones. Ha sido en el primer toro de su lote donde el menor de los Rivera protagonizó uno de los hechos más destacados del festejo al ordenar a sus hombres de plata desarrollar el segundo tercio portando banderillas con los colores de la bandera española. Al finalizar su actuación con este toro y en declaraciones a Canal Toros, el diestro destacaba lo siguiente: “los toreros tienen que hablar con la espada y el muleta y en el brindis he dicho lo que he sentido. El día en el que interponga mis intereses personales con mis principios ese día no valdré nada ni como hombre ni como torero. Así que seguiré haciendo lo que estoy haciendo hasta ahora (…) Esta es una ciudad que ha sufrido por desgracia mucho con el dolor y el miedo del terrorismo y ahora más que nunca hace falta una España unida. Yo, en la medida que pueda, intentaré pujar para que eso ocurra”. Cayetano ha destacado de este toro su disposición, entrega y ganas por agradar y en ese sentido ha apuntado: “He venido a esta plaza con mucha ilusión y cariño. Aquí me encerré con seis novillos y Bilbao es una plaza a la que mi familia siempre me inculcó tenerle mucho cariño y respeto y yo así lo siento. Por eso, he intentado hacerlo lo mejor que he podido con las condiciones del toro que me ha correspondido pero el pinchazo…”. Con el segundo de su lote no ha tenido opción alguna por complicado y en esta línea ha destacado: “el toro ha embestido con la cara por arriba, cabeceaba, reponía, y por el derecho era consciente de lo que se dejaba atrás. Ha sido un toro muy complicado y difícil y he intentado estar lo mejor que he podido. Yo creo que no se me puede echar en cara el dar la cara en cada uno de los toros e intentar sacar lo mejor de cada uno. No ha podido ser. Me quedo con un vacío porque uno cuando viene a estas plazas sueña con otro tipo de día y triunfo pero, me voy satisfecho con lo que he podido hacer”.
El diestro ha hecho el paseíllo -este viernes- con fiebre y bajo un proceso gripal fuerte al cual le ha quitado importancia, en un ejercicio de responsabilidad, apuntando lo siguiente: “El público no tiene porqué saberlo y tampoco debe juzgarme por eso. Si estoy aquí me tiene que exigir como si estuviese al cien por cien. En ocasiones, el hecho de que queramos abusar de nuestras facultades y estar ante los toros aunque no estemos en las mejores condiciones, son decisiones personales que no tiene el público porqué conocerlas. Estoy bajo mínimos pero hay que seguir con la temporada, la cual -gracias a Dios- estoy disfrutando mucho”.
Marín: “Ha sido una tarde con dos toros exigentes, que pedían cruzar donde queman los pies”
Finalmente, el diestro revelación de la temporada, Ginés Marín, logró cortar un trofeo tras la actuación en el toro que cerraba plaza. Su paso por Bilbao en esta Semana Grande ha ratificado el buen momento por el que atraviesa y, sobre todo, ha supuesto un paso al frente en su crecimiento dadas las condiciones del lote que le tocó en suerte en el festejo de este viernes. El matador destacaba a los micrófonos de Canal Toros lo siguiente: “Estoy feliz porque hoy había que cruzar la línea y la he cruzado. Ha sido una tarde con dos toros exigentes, que pedían cruzar donde queman los pies. El primero era reservón y al venirse muy fuerte no me ha dejado meter el brazo a la hora de matar. El toro tenía sentido y no sabía, cada vez que citaba, si venía a la muleta o a mí porque venía hacia adentro”. Marín ha resultado además, cogido sin consecuencias cuando culminaba su actuación con el sexto de la tarde.
