El Ayuntamiento de Pozoblanco rindió este fin de semana un homenaje a Enrique Ponce con el descubrimiento de un azulejo conmemorativo en la Galería de Toreros que desde 2019 se está impulsando desde la concejalía de Patrimonio Histórico en el coso de los Llanos, que acaba de cumplir 110 años. El diestro, que acudió a un acto presidido por el alcalde, Santiago Cabello, agradeció el cariño de Pozoblanco y del público durante las numerosas tardes en las que estuvo acartelado desde los años 90.
El azulejo, obra de la artista local Domi Calero, muestra el rostro de un joven Ponce y dos lances de muleta muy característicos. Se une a los que ya existen en la plaza dedicados a otros toreros como Francisco Rivera “Paquirri”, José Cubero “Yiyo”, Vicente Ruiz “El Soro”, Ignacio Sánchez Mejías o Manuel Benítez “El Cordobés”. Además, el domingo se descubrió otro azulejo, en este caso dedicado a la rejoneadora Conchita Cintrón en el centenario de su nacimiento y en recuerdo de su histórico paso por el coso.
El regidor pozoalbense, Santiago Cabello, señaló sobre la figura del valenciano: “Ha hablado con el corazón y con el alma en cada corrida de toros que ha lidiado, engrandeciendo la plaza de Pozoblanco cada vez que ha venido”. En la misma línea, el concejal de Patrimonio Histórico, Alberto Villarejo, destacó la “carrera maravillosa y el toreo elegante” del diestro valenciano.
Justo antes de descubrir el azulejo, el propio Enrique Ponce ha querido agradecer “el cariño con el que siempre me han tratado en Pozoblanco y con el me siguen tratando” y “el honor que supone formar parte de la historia de esta plaza. Estoy encantado porque siempre que vine a Pozoblanco lo hice muy motivado y he cuajado grandes faenas”, explicó. El torero también ha recordado la impresión que le produjo su debut en este coso, pocos años después de la trágica muerte de Paquirri, o el hecho de que toreó en ella tras la importante reforma acometida hace dos décadas. Ponce ha evocado por último la gran faena que realizó en 2018 a un toro de Albarreal y que le permitió abrir la Puerta del Gallo del coso pozoalbense.