Quién es capaz de decir después de ver a Morante en La México que el toreo está en crisis? Nadie. Pero es que la crisis actual no es del toreo sino de quienes lo organizan como espectáculo, que parecen empeñados en no darse cuenta de que si saliera más a menudo de los chiqueros el toro bravo, repetidor, con duración y realmente encastado, hay hoy un manojo de toreros que pondrían las plazas del universo taurino boca abajo. Pero existen ganaderos que de tanto echarle sifón al vino de la bravura han acabado por convertirlo en un tinto de verano. Sí, ya sé que si los toros salieran todas las tardes exigiendo el máximo esfuerzo a los toreros, sus criadores tendrían dificultades para colocarles sus camadas a las figuras en las ferias de postín que es donde fluye el dinero con más color. Ya lo sé…
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