A las 12:00 horas de la mañana arrancaba el paseíllo en Córdoba de la corrida aplazada este sábado por la tarde por culpa de la lluvia. Arreglado el ruedo, sin lluvia, pero con el cielo encapotado, comenzó el festejo de la segunda de abono de la Feria de Nuestra Señora de la Salud. El nombre propio de la mañana fue Roca Rey, que dejó lo mejor con un gran toro de Domingo Hernández.
Rotundo Roca Rey con el bravísimo Corbeto-57 de Domingo Hernandez, que hizo tercero. De principio a fin no dejó lugar a la duda Roca, entrega absoluta, templadísimo a la verónica en el largo saludo a la verónica y dispuesto y valentísimo con la muleta. Comenzó con la derecha, llevándoselo a los medios con mucha torería. Luego con la izquierda lo terminó de romper por abajo, el viaje largo y humillado del toro por los dos pitones lo aprovechó rotundamente. Muy muy valiente a carta cabal. Dos orejas y ovación para el toro.
Sensacional Roca Rey con el sexto, un buen toro pero sin la profundidad y la transmisión de su primero. Exprimió literalmente a este sexto también el peruano, muy templado, mimando al toro durante toda la faena. Enorme con un arrimón final, con varios invertidos de 360 grados quedándose entre los pitones. Mató de estocada entera.
MORANTE Y ORTEGA, SIN INSPIRACIÓN NI TOROS
Leve petición para Morante y palmas al toro que abrió plaza. No terminó de romper el toro, sí tuvo buena condición y una embestida pastueña, pero le faltó raza. Morante estuvo bien, decidido con el capote y variado con la muleta, por ambos pitones dibujó buenos muletazos, pero al conjunto le faltó rotundidad.
Abrevió Morante con el cuarto, un toro a contraestilo. Ya de capa no le gustó y no hizo mucho por buscar lucimiento. Luego, probaturas, muchos pases por arriba y nada más. Pinchazo, media y descabello.
Complicado el segundo, quiso Juan Ortega desde que saltó el toro al ruedo, pero no le ofreció muchas opciones el cornúpeta. El comienzo de faena albergó algún atisbo de lucimiento, incluso llegó a arrancar la música, pero el toro no quería nada por arriba. Después de dos desarmes ya no hubo manera de remontar. Tres pinchazos y entera caída. Pitos al toro y silencio para el trianero.
El quinto fue devuelto en banderillas por manso, saliendo un sobrero imposible. Quiso Ortega y por ambos pitones se puso, pero no fue posible. Muy descastado el de Domingo, no quería nada por arriba y no admitía ningún titubeo… Imposible, sin opción alguna. Dos pinchazos y entera muy baja.
Córdoba. Domingo, 21 de mayo. Toros de Domingo Hernández. Morante de la Puebla, ovación con saludos y pitos; Juan Ortega, silencio en ambos; Roca Rey, dos orejas y oreja. Entrada: Tres cuartos.