TAL DÍA ESTA SEMANA… 23 DE ABRIL DE 1999

Triunfo, cornada, Puerta del Príncipe y enfermería: así fue el primer éxito de El Juli en Sevilla

Alfonso Ávila
martes 23 de abril de 2024
El madrileño, en su primera comparecencia en el ciclo abrileño, logra su primera Puerta del Príncipe de las siete que obtuvo en su carrera; las otras fueron en 2010, 2011, 2013, 2018 -con el indulto de Orgullito de Garcigrande-, 2019 y 2022

Persiguió el éxito sevillano desde el mismo momento que pisó el albero maestrante. Fue la sensación en Sevilla. Llegó con la vitola de niño prodigio, de torero de moda, un chavalín en ascenso y se fue de la feria con el respeto de todos y el cartel de valiente para los restos.

“A la fuerza, como fuera, había que triunfar en Sevilla. El Juli lo tenía claro. No le habían servido los toros el día anterior, tampoco los de esta corrida, pero intervino en todos los quites posibles, puso banderillas, derrochó valor, ese valor que es uno de sus argumentos principales, y el público quería y quiere que El Juli triunfe. El remate no pudo ser más épico, triunfo y cornada, Puerta del Príncipe y enfermería”. Así comenzaba la crónica de nuestro compañero Juan Belmonte para Aplausos.

“El Juli, tras brindar la muerte de su primero a la madre del Rey, le instrumentó tres estatuarios sin moverse, trincherazo de la firma poniendo aquello animado. El toro acudía pronto, pero no se rebozaba. El Juli no dudaba cuando se le quedaba a la mitad y siempre con la cara alta. Tapó sin duda defectos del toro por su decisión y al público no le importó que pinchara antes de cobrar una estocada, porque pidió la oreja de igual manera, y le fue concedida.

Animoso estuvo en el sexto cuando lo recibió a la verónica y lo llevó al caballo con chicuelinas al paso. El jandilla, tras el primer puyazo se acobardó algo. El Juli accedió al fin a poner banderillas realizando un tercio de poder a poder, de dentro afuera y al sesgo, con corrección. El toro tuvo algunas primeras arrancadas en las que el viento molestó al torero. El de Jandilla duró un soplo, pero se paró, quedándose abajo y en una de esas El Juli, que sabía que lo cogía, se quedó en el sitio justo para recibir la cornada. Aguantó el tirón en el ruedo, mató al toro y pasó a la enfermería. No seré yo el que diga que mereció o no las dos orejas que le abrían la Puerta del Príncipe, el público quiso, el presidente también y el torero, durante toda la tarde fue torero, fue hombre a pesar de su edad. Es un valiente”.

Por su parte, Curro Romero, que volvía tras su gran actuación del 17 de abril no pudo hacer nada ante sus deslucidos oponentes, mientras que el valenciano Enrique Ponce abrevió ante el peligroso segundo, dejando destellos de su calidad en su segundo.

“Cortar tres orejas en Sevilla y no poder salir por la Puerta del Príncipe me dio mucha rabia. Pero ahora pienso que mi triunfo ha sido como más grande y más romántico”, declaraba pocos días después El Juli a nuestro director José Luis Benlloch en una entrevista. Proseguía el madrileño: “¿Que me cogen los toros…? Si quieres cortar las orejas a veces te tienen que coger, eso es de toreros. El valor es superar la adversidad y el miedo de torear. Y luego en los momentos críticos, como fue en Sevilla, sabiendo que el toro puede pasar o puede cogerte, decidir quedarte”. Con apenas dieciséis años, El Juli, tenía las ideas claras.

La reseña del festejo decía así: lleno de “No hay billetes” en la decimoquinta corrida de abono de la Feria de Abril. Se lidiaron seis toros de Jandilla, bien presentados, parados y con problemas, siendo silenciados todos excepto el tercero. Curro Romero, silencio y silencio; Enrique Ponce, silencio y silencio; y Julián López “El Juli”, oreja y dos orejas. El Juli no pudo salir por la Puerta del Príncipe tras ser herido por el sexto toro y sufrir una cornada en la cara anterior del muslo izquierdo con dos trayectorias de seis y ocho centímetros de pronóstico menos grave.

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