Trece años después de la última vez, la plaza de toros de Sutullena, ahora remozada y moderna, abrió de nuevo sus puertas. Paco Ureña, el ídolo local, hizo el paseíllo envuelto de un ambiente espectacular. Lleno de “No hay billetes”, cartel colgado desde hace semanas, y seis toros por delante para él solo. Antes de que asomase el primero de Juan Pedro Domecq, el torero lorquino, de estreno con un vestido caña y oro, se llevó una ovación de gala de sus paisanos tras sonar el himno de España.
El toro de la reinauguración llevó por nombre Venturoso. A pies juntos lo saludó Ureña antes de un galleo por chicuelinas para llevarlo al caballo, del que salió clavando los pitones en la arena y dando una voltereta. Brindó al público una faena en la que molestó el viento y la cierta brusquedad del toro, que se metía por dentro en los primeros compases, hasta que el torero lorquino puso mando por abajo y acabó dominando al de Juan Pedro. Volvió a la diestra, por donde se lo pensó más el astado, acabando el trasteo por manoletinas. Tres pinchazos precedieron el aviso y a la estocada casi entera que sirvió para despenar al toro. Perdió la oreja por el desacertado uso de los aceros.
El segundo, de Toros El Torero, fue toro fino de cabos. Derribo al picador en el primer encuentro con el caballo, recibiendo un buen puyazo en lo alto en el segundo encuentro con el montado. Comenzó la su faena doblándose por abajo, enseñándole los caminos al toro. Le exigió por abajo en la primera serie con la diestra y en uno de los pases a punto estuvo el toro de coger al diestro. Quedó en un susto y Paco volvió a colocarse por el mismo lado, sufriendo un inoportuno desarme. El toro sabía lo que se dejaba detrás y tuvo que exponer el diestro, que se echó la muleta a la izquierda para torear con temple en una tanda rematada por el mismo pitón. El regreso al toreo con la diestra, apretando por abajo al animal en la ultima serie tuvo más profundidad. Esta vez funcionó la tizona y la estocada entera sirvió para que doblara el astado y paseara la primera oreja de la tarde.
Echó las manos por delante el tercero en un saludo en el que destacaron dos verónicas y la media de remate. Puso al toro al caballo por tapatías y dibujó en el quite tres acompasadas verónicas rematadas con una media muy abelmontada. Brindó al empresario Ángel Bernal. Tuvo calidad el toro de Domingo Hernández y estuvo a gusto con él Ureña. Primero en el toreo al natural y al final en la corta distancia, con dos circulares a cámara lenta jaleados por el público. Hizo la faena sin zapatillas. Y mató de un estoconazo que hizo rodar al toro como una pelota. Se pidió con fuerza los máximos trofeos, que paseó orgulloso ante sus paisanos.
El cuarto fue el de Victorino Martín, un toro serio por delante, enseñando las puntas. Un cinqueño que costó torear de capa. Lo picó bien Juan Melgar. Brindó a Pepín Jiménez, en uno de los momentos más emotivos de la tarde. Toreó muy despacio con la mano derecha en el principio de faena Ureña. Otra serie templada con la derecha, entre las rayas de picar, fue macizando la faena del lorquino, que en la siguiente tanda tomó la zurda, pitón por el que se desplazaba menos el toro, pero que con buena técnica fue alargando la embestida Ureña, tirando bien del animal. Acertado en el metraje y en la colocación, Ureña acabó por naturales a pies juntos, homenaje al otro maestro de Lorca. Esta vez pinchó en tres ocasiones, queriendo hacer la suerte recibiendo. Escuchó un aviso y al quinto intento llegó la estocada , entera y contraria. Una labor de premio que quedó ovación para el diestro y ovación para el toro en el arrastre.
Buen saludo de capa firmó Ureña ante el quinto de Hnos. García Jiménez, primero con lances a pies juntos y luego con el compás abierto. Tras el puyazo, hizo un quite por delantales, ganando terreno, que remató en los medios. Saludó en banderillas el local Antonio López “El Charra” que colocó dos pares de mucho mérito. Justo de fuerzas, ayudó Ureña al toro por arriba en los comienzos. Cuando le bajó la mano se derrumbó por el albero el animal y el resto de faena tuvo que ser a media altura y sin profundidad. Abrevió ante la falta de fortaleza del enemigo.
Un tío el sexto. Un galán el toro de Fuente Ymbro, colorado ojo de perdiz y con mucha cara. Recibió un fuerte puyazo. Tuvo el toro sus teclas que tocar, sin entregarse, y le planteó faena Paco Ureña en los medios. Una labor aguerrida, de mucha entrega, culminada de una magnífica estocada, que tiró sin puntilla al toro. Dos orejas. Dio la vuelta al ruedo con su hija en brazos, cerrando una tarde redonda y de lo más feliz.
Lorca (Murcia). Sábado 30 de marzo de 2024. Reinauguración de la plaza de toros de Sutullena. Por orden de lidia, toros de Juan Pedro Domecq, deslucido; Toros El Torero, exigente; Domingo Hernández, bueno; Victorino Martín, encastado; Hnos. García Jiménez, flojo; y Fuente Ymbro, exigente. Paco Ureña, como único espada, ovación con saludos, oreja, dos orejas y rabo, ovación con saludos, silencio y dos orejas. Entrada: Lleno de “No hay billetes”. Antes de romperse el paseíllo sonó el himno de España y, tras deshacerse las filas, Paco Ureña saludó una cerrada ovación en el tercio. El festejo lo presidió el alcalde de Lorca, Fulgencio Gil. Saludó tras banderillear al segundo Antonio Cama y en el quinto, Antonio López “El Charra”.
