(Foto: Arjona)-Habíamos dejado la charla comentando los toreros que te habían impresionado. Me hablaste de Palomo, Paquirri, Dámaso, Manzanares, Domínguez, Emilio…
-No te olvides de Ortega Cano y de Yiyo.
-Pero mentaste a Curro Romero y se te iluminaron los ojos.
-Lo de Curro fue grandioso. Hacer el paseíllo con él en Sevilla era diferente a todo lo demás. Era algo bárbaro. Ese Curro a tu lado, ese romero, esa luz, ese ambiente, esa Sevilla, el Domingo de Resurrección, la feria… me emociono sólo de recordarlo. La pena es que entonces no lo disfruté tanto como ahora y lo siento mucho.
– “Hay que colaborar a que no se cierren más plazas de toros. ¿Que cómo se hace?… toreando las figuras. ¿Que en esas plazas hay menos dinero?… pues esa debe ser su aportación. Aquí se ha creado afición cuando han salido toreros fuertes y han dicho vamos y vamos y vamos”
– “Había toros con los que insistiendo lo único que conseguía era hacer cosas que no eran buenas o que aflorasen defectos que ni siquiera tenía. En esos casos hubiese sido mejor tirar por la calle de en medio pero no podía, no me salía”
– “Mi triunfo fue muy bonito. Creo que se alegró todo el mundo. Yo estaba matando corridas duras y eso influyó. Pensaban que merecía aquel triunfo, que traía un aval o un pasaporte importante”
– “La de Miura fue la corrida más importante de mi vida. No hubo el triunfo que se esperaba porque se esperaba algo fuera de lo normal y porque no embistieron. Si la tarde hubiese sido de dos toros les hubiese cortado las orejas, hubiese sido todo diferente”
– “Hoy día las figuras sin salir de cuatro ganaderías hacen sesenta corridas. Así se les puede coger mucho más el aire. Yo no digo que sea ventaja pero ayuda. Yo hubiese hecho lo mismo pero entonces no era posible”
– “Estaba toreando corridas de toros, muchas, y tenía embargada mi casa y mi coche y no aportaba nada a la economía familiar. Yo me iba a torear a Pamplona y mi abuela me decía toma mi alma y me daba un billete de quinientas pesetitas…”
