Sebastián Palomo Linares defiende la entidad taurina de José María Manzanares, con quien estuvo muy vinculado en los principios de la carrera del alicantino. “Le conocí cuando su padre iba de banderillero con Gregorio Tebar “El Inclusero” y José Marí quería ser torero. El primer vestido que se puso, uno de color blanco, se lo regalé yo. Fue un torero extraordinario, un matador de toros con una gran personalidad, admirado por otros muchos toreros lo cual es muy difícil en esta profesión”, señala Palomo.
“Manzanares era bastante más joven que yo pero aun así llegamos a torear juntos y le profesé mucho cariño”, expone antes de subrayar: “Tuvo mucha personalidad y las ideas muy claras. Vivió como lo que fue y será a lo largo del tiempo: una gran figura del toreo”.