Las cinco corridas del tramo final de San Isidro van a traer por contera esta semana treinta toros. Y quince matadores de alternativa. Está por saberse si Iván Fandiño, herido de gravedad la tarde del 22 de mayo, llegará a tiempo o no para el compromiso del día 30. Probablemente no. Anunciado para entonces con la corrida de Adolfo Martín. Por decisión propia. Un gesto en toda regla. Antes de abrirse la feria se dio por hecho que las pruebas toristas serían tres: José Escolar, Adolfo Martín y Cuadri.
Escolar cumplió el 12 de mayo más que de sobra con su papel. Tres toros de nota y personalidad dentro del lote de seis y, además, bastante distintos entre sí, lo cual es detalle relevante; otros dos de más que sobrado interés, difíciles pero no insuperables; y uno que dijo nones o basta, y se plantó. Nobles los cinco de trato. Ganadería a punto: cinco días después del examen de Madrid, en sesión matinal y tormentosa -cuatro toros jugados bajo un diluvio-, una corrida en Nimes de las llamadas de tres y tres, porque tres pelearon al ataque, de verdad y a ley, y otros tres pelearon a la defensiva, una manera que no engaña a nadie pero confunde al torero y puede helarle la sangre. Lo ha contado en estas páginas Rolland Agnel.