Sus compromisos en Sevilla y Madrid los ha saldado con nota muy alta; yo diría que teniendo en cuenta el ganado que ha lidiado la nota es sobresaliente, por tanto podemos decir que Escribano triunfó. Pero la temporada no ha hecho más que empezar.
A finales de diciembre de 2014 escribí en Aplausos un artículo titulado “La temporada de Escribano” destacando que durante la temporada pasada el torero no estaba totalmente recuperado de su tremenda cogida y expresaba la opinión que sobre él tengo como torero, anunciando que esta temporada sería triunfal para él, pues es muy buen torero y se encontraba al 100%, en definitiva porque, a mi parecer, reúne todas las condiciones para ser figura del toreo.
Terminadas las ferias de Sevilla y Madrid, en las que tenía los compromisos de más entidad y exigencia de la temporada, hagamos balance de la misma. Le hemos visto muy bien, en todas sus actuaciones tanto en España como en Francia, pero especialmente importante en Sevilla y Madrid. En la Maestranza tuvo el gesto de apuntarse a las de Victorino y Miura y en las dos, a pesar de la poca colaboración de los toros, cortó orejas y salió triunfante, mostrando mucha solvencia y dando la impresión de ser un toreo cuajado, de gran dimensión, en plenitud física y mental.
En Las Ventas se apuntó a las de Jandilla y Adolfo. En la primera tuvo muy pocas opciones pero demostró el momento en que se encuentra, y en la de Adolfo se jugó la vida sin trampa ni cartón; los toros le pusieron dos veces el pitón a un milímetro de la carótida, es decir, de la muerte, y a pesar de ello no perdió su característica sonrisa permanente. El segundo suyo fue un toro de medio para abajo, pero que se movió y transmitió, con el que de principio a fin estuvo enorme. Sacó una faena que parecía imposible a base de verdad, de inteligencia, técnica y buen toreo, cortando finalmente una oreja de mucho peso. Creo que además de triunfar, con esa faena, Manuel Escribano entró en Madrid y que en el futuro va a ser un “torero de Madrid”, pues tiene todas las condiciones para ello: entrega, ambición, valor, técnica, verdad, temple innato, capacidad de pensar en la cara del toro, da espectáculo, llega fácilmente a los tendidos…
Así pues, sus compromisos en Sevilla y Madrid los ha saldado con nota muy alta; yo diría que teniendo en cuenta el ganado que ha lidiado la nota es sobresaliente, por tanto podemos decir que Escribano triunfó. Pero la temporada no ha hecho más que empezar; a medida que vaya avanzando se irá encontrando cada vez mejor y seguro que le veremos muchas faenas importantes.
Como además, con la espada tiene una seguridad casi insultante los triunfos grandes se van a ir sucediendo, para que cuando llegue octubre se haya ganado el título de figura, que le permita estar en todas las ferias y carteles que merece, es decir, en los carteles de lujo.
Espero y deseo que así sea; el esfuerzo que hace y la lucha que lleva desde hace 15 años, viviendo solo y exclusivamente por y para el toro lo merecen. Por tanto si antes escribí “La temporada de Escribano” ahora puedo escribir, “Escribano triunfó”. Espero poder escribir, al final de temporada, “Escribano ya está en figura”.
