Leandro y Serafín Marín, una oreja cada uno en Madrid

Buena corrida de Bañuelos, con cuatro toros de alta nota
Aleyda Baz
domingo 24 de agosto de 2014

Ricardo Torres saludó tras lidiar al toro de su confirmación de alternativa.

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE JAVIER ARROYO

VÍDEO RESUMEN DEL FESTEJO

Fotos: Javier Arroyo

Leandro y Serafín Marín han cortado una oreja cada uno en el festejo dominical celebrado en Las Ventas. Vallisoletano y catalán demostraron que siguen siendo toreros muy recuperables y cautivaron con su toreo a la afición madrileña, que disfrutó también con una buena corrida de Antonio Bañuelos, hierro burgalés que tomó antigüedad lidiando hasta cuatro toros de alta nota. Completaba el cartel el maño Ricardo Torres, que saludó una ovación del público tras lidiar al toro de su confirmación de alternativa.

Serafín Marín logró una oreja en el sexto. El catalán aprovechó la humillación y la clase del ejemplar de Bañuelos. Así, dejó rotundas tandas con la zurda, naturales casi a cámara lenta, que luego repitió con la diestra, deshaciéndose del estoque simulado. Además, cuando el toro se fue apagando, Marín mantuvo la llama con circulares y manoletinas. Firmó su labor de una estocada caída.

Otro buen toro de Bañuelos el segundo, con el que Leandro pudo enseñar su clase y gusto toreando. Con los riñones encajados y la mano baja. Y todo muy suave, pues no anduvo sobrado de fuerzas el toro y, en cuanto le obligaba un poco, perdía las manos. Tras una estocada entera y descabello, logró una oreja. Al toro se le ovacionó en el arrastre.

Leandro fue silenciado en el quinto, un ejemplar a menos, sin clase y sin transmisión. El vallisoletano intentó el lucimiento, como hizo en el anterior, pero con éste no fue posible. Lo mató de dos pinchazos y estocada caída.

Bravo fue el cuarto. Embistió por abajo, con humillación y obediencia, sin casi necesidad del toque. Siempre detrás de la muleta. Sin embargo, Ricardo Torres no apostó por el toro burgalés. Abusó de enseñar siempre menos de media muleta y guardar las distancias. Los inicios, con estatuarios y trinchera en las tablas, fueron lo mejor de su labor. Tras muchos pinchazos, logró acabar con el bravo. El toro fue ovacionado y el torero, silenciado.

Ricardo Torres confirmó alternativa con un buen toro de Antonio Bañuelos. Lucidas tandas, principalmente por el derecho, logró el zaragozano gracias a que por abajo, con clase y obediencia, embestía el castaño primero. Con algo más de fuerza, las tandas hubieran ganado en rotundidad. Algo más brusco fue por el izquierdo. Lástima que la estocada quedara atravesada, haciendo guardia, y fueran necesarios varios golpes de verduguillo. Saludos para Torres y ovación en arrastre para el toro.

Otra historia fue el tercero, que tuvo fuerza pero también genio. Además, se quedaba muy corto y protestaba en los engaños de Serafín Marín. El catalán lo intentó por ambos pitones, intentando siempre estar cruzado, bien colocado para pegar muletazos de uno en uno. No le permitió el de Bañuelos la ligazón. Así, fue silenciado tras matar de un pinchazo y estocada entera atravesada y caída.

Madrid, 24 de agosto de 2014. Toros de Antonio Bañuelos,nobles y con clase 1º, 2º (aunque más justo de fuerzas) y 6º. Con genio y deslucido el 3º, soso el 5º y bravo el 4º. Ricardo Torres, que confirma alternativa, ovación con saludos y silencio tras aviso; Leandro, oreja tras aviso y silencio; y Serafín Marín, silencio tras aviso y oreja. Entrada: Un cuarto.

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