FERIA DE SANTIAGO

Manuel Escribano, dos orejas y puerta grande en Santander

El sevillano aprovechó la sustitución de Ferrera para volver a hacer sonar su nombre / Garrido logró un trofeo del sexto, un "anarromero" de 615 kilos
Licinia Muñiz
martes 21 de julio de 2015

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE ARJONA DEL FESTEJO

Fotos: ARJONA

Abrió plaza el remiendo de Los Bayones que embistió a media altura y se quedó corto en el capote de El Cid. Muy suelto y sin fijeza, se dolió mucho en banderillas. En lo medios trató de hilvanar faena el sevillano ante un toro que se fue quedando cada vez más corto. Se justificó el de Salteras en una labor de buen oficio y que no pasó de la corrección.

El cuarto fue devuelto tras salir descoordinado de chiqueros y terminar de rematarse en un burladero. Salió en su lugar un sobrero de José Cruz al que El Cid recibió bien por verónicas en los medios. Corta faena de cercanías del sevillano ante un toro descastado que desarrolló rápido y acortó el poco recorrido que tenía. Liriquillo resultó suelto y huidizo en los primeros tercios, rajándose desde el principio en la muleta. Marró El Cid con los aceros y terminó con el verduguillo.

El segundo, ya de Ana Romero, mostró su buena condición y calidad desde el primer momento, sin embargo perdió las manos en el primer tercio y el público pidió el cambio, hecho que el palco no atendió. Ante la nobleza y la falta de fuerzas del astado, Manuel Escribano se inventó una faena paciente, de toques suaves. Destacó una serie al natural en la que el sevillano expuso para extraer el buen fondo del toro. Lo entendió, lo sometió y le ganó la partida. Mató de una estocada en todo lo alto y paseó una oreja.

El quinto, bien presentado, fue el mejor de sus hermanos. De buen tranco el animal. Escribano destacó en un quite por chicuelinas ajustadas de mano baja en los medios y en el tercio de banderillas, sobresaliendo en el segundo par, dando el pecho y sacando los palos de abajo arriba. Brindó la faena a su compañero Antonio Ferrera, a quien sustituía, y comenzó la faena agarrado a las tablas llevando al animal a los medios para comenzar por el pitón derecho. Aunque alternó por los dos pitones, fue por el izquierdo por donde consiguió ligar la embestida y marcar el ritmo de la faena. Adornándose por abajo despertó a los tendidos. Firme el sevillano, pasándoselo muy cerca e hilvanando una faena de pulso y buen hacer. Mató de estocada tendida que le abrió la Puerta Grande de Cuatro Caminos.

José Garrido dejó su impronta en Cuatro Caminos en dos largas cambiadas, un ramillete de verónicas a compás y una media con mucho sabor. El de Ana Romero, de buena condición, se desplazó por el pitón derecho, dibujando el extremeño una notable serie en redondo llevando al toro sometido. Gobernando la embestida. No tuvo la misma condición el toro al natural pero aun así hubo muletazos templados, de buen trazo y mucho mérito. Se rompió el toro la mano izquierda, obligando a Garrido a entrar a matar, dejando un pinchazo, estocada y un golpe de descabello.

El sexto y último de la tarde fue un ejemplar de Ana Romero de 615 kilos de peso. Grande, demasiado para lo que es Santa Coloma. Un “toraco” al que José Garrido metió en el capote desde el primer lance a la verónica. Lucido recibimiento del extremeño en el que el lucero santacolomeño embistió con calidad. Gran par de “Fini”. Comenzó Garrido de rodillas en tablas y despertó la emoción en los tendidos. Citó en los medios con la diestra arrancándole un par de series. Muy en torero el matador, recordando al aficionado el toreo de pulso y temple de su mentor, Antonio Ferrera. Se creció Garrido a mitad de faena, remontando los tirones del cárdeno, con el que fue complicándose por momentos el estar delante. Expuso y se lo acercó a la taleguilla Garrido en la última serie por manoletinas con el toro casi parado y puso a todos de acuerdo. Media estocada de buena colocación y oreja.

Santander
, martes 21 de julio de 2015. Toros de Ana Romero, Los Bayones (1º) y José Cruz (4º bis). Desiguales de presencia y juego. Mejores 5º y 6º. El Cid, ovación con saludos y silencio; Manuel Escribano, oreja y oreja; José Garrido, ovación con saludos y oreja. Entrada: Más de media plaza en tarde lluviosa.

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