ENTREVISTAS BALANCE DE TEMPORADA 2017

Paco Ureña: “Entregar mi cuerpo a un toro es mi modo de aportar algo a la Tauromaquia”

José Ignacio Galcerá
lunes 27 de noviembre de 2017

La de 2017 ha sido la gran temporada de Paco Ureña desde que es matador de toros. Se ha situado entre los triunfadores del curso y su nombre ha brillado con luz propia en los principales escenarios. Ha cortado orejas en Madrid, Sevilla, Valencia, Zaragoza, Pamplona, Bilbao o Málaga, una carta de presentación al alcance de muy pocos. O de casi nadie. Pero más allá de los números, el murciano ha sido fiel a una forma de vivir, sentir y expresar el toreo que se ha ganado el corazón de todos los aficionados.

-¿Siempre soñó con empezar en Valencia y terminar en Zaragoza?
-Claro.

-Esta temporada lo ha conseguido.
-Es algo que todas las figuras del toreo han hecho y estoy feliz de haberlo logrado. Lo importante, además de empezar en Valencia y acabar en Zaragoza, es todo lo que ha habido por en medio. Es un sueño cumplido.

-Antes esas ferias las veía por televisión. ¡Cómo ha cambiado la película!
-Pues sí, la vida es tan grande y te sorprende tanto que esas ferias en las que he tenido la posibilidad de estar anunciado este año antes las veía muy lejos. Me siento afortunado no sólo de haber estado sino de cómo ha sido el paso por ellas.

Hablamos con Paco Ureña tras unos días de vacaciones en los que ha dejado al margen el capote y la muleta. Ha sido un tiempo de relax, de tomar un poco de aire, cargar de nuevo las pilas y tomar impulso para seguir creciendo, algo que viene haciendo desde hace varias temporadas. El diestro murciano habla con el recuerdo intacto de una temporada intensa, de emociones fuertes, dura también, no en vano ha sufrido volteretas que le han castigado el cuerpo, imborrable la imagen de Valencia con la taleguilla hecha unos zorros y la mirada perdida tras una cogida tremenda. “Es necesario descansar, sobre todo el cuerpo lo agradece mucho, este año me han dado muchos golpes. También la mente es fundamental dejarla reposar para ver todo lo que se ha hecho mal y lo que se ha hecho bien para seguir evolucionando como artista”, afirma. La de la Feria de Julio fue la versión épica y heroica de Ureña pero su 2017 ha dado para más. Ha dado también para ver su versión más inspirada, deslumbrante, sincera y verdadera, un toreo que busca emocionar y a fe que lo ha conseguido.

“La satisfacción se encuentra cuando eres capaz de entregar tu cuerpo a un toro. Esa es mi manera de aportar algo a la Tauromaquia, expresándome así y dejando en el aficionado y en el que no lo es tanto la sensación de emoción”

-¿Poco a poco va alcanzando las metas que se propone?
-Sinceramente, aún no siento que haya conseguido el objetivo que tengo en la cabeza. Lo que pretendo es mucho más profundo, va más allá del número de corridas que pueda torear, pero a decir verdad todavía no ha surgido. Eso sí, tengo la necesidad de sacarlo. Es algo que tengo en mi interior, un compromiso y un arraigo tan grande que es lo que me hace disfrutar de mi profesión pero a la vez sufrir mucho también porque siento que tengo que sacarlo pero todavía no ha llegado esa explosión que yo necesito.

-¿Esa manera de concebir el toreo genera muchas insatisfacciones?
-Muchas, sí, y es horrible para mí porque es una pelea interior que no es nada agradable. Son muchas noches sin dormir, muchos días ausente del mundo, esa lucha no es nada fácil de llevar pero sinceramente me he acostumbrado y procuro vivir con ella porque el día que la pierda creo que significará que Paco Ureña también se ha perdido.



-¿La batalla para ganar al descontento cuando no logra expresar el toreo que quiere le sirve de motivación?
-Indudablemente, sin la motivación no podría vivir, sería imposible. La satisfacción se encuentra, sobre todo, cuando eres capaz de entregar el cuerpo de verdad a un toro. Esa es mi manera de aportar algo a la Tauromaquia, expresándome de esa forma y dejando en el aficionado y en el que no lo es tanto la sensación de emoción y de querer volver a verme, hacer sentir a quienes desconozcan esto que lo que han visto les llena y les llega.

-¿La tarde de Valencia, en plena Feria de Julio y con un toro de Luis Algarra, se colmaron todas esas sensaciones de las que habla?
-Ha sido la tarde más importante de mi temporada, fue muy especial todo lo que ocurrió y muy rara vez se viven sensaciones así. Puedes triunfar o tener tardes especiales, pero días de tanta pasión, sentimiento, verdad… había un “algo” en los tendidos y en el ruedo que nos llenó a todos. Fue una tarde muy mágica, era consciente de que aquello estaba siendo muy emotivo, miraba a los tendidos y estaba la gente en pie y eso es muy difícil verlo en una tarde normal y corriente de toros, eso se siente y se palpa y pocas veces he ido a coger la espada para entrar a matar y que el público grite ¡torero, torero! Eso ocurrió ese día.

“Tal y como yo veo el toreo, es difícil que pueda durar veinte o veinticinco años, aunque ojalá sea así porque eso significará que los toros me han respetado”

-Otra de las cumbres del año fue Albacete. Tres orejas a la corrida de Torrestrella.
-A nivel personal y artístico fue muy similar a la de Valencia. Esa tarde hubo momentos que jamás olvidaré, igual que en Valencia era consciente de todo lo que ocurría a mi alrededor, en Albacete tuve la sensación de estar ausente, hubo momentos en que no era ni yo. Fue maravilloso.

-Aunque no es hombre de números, las estadísticas dicen que en todas las plazas de primera que ha toreado ha cortado al menos una oreja. Eso no lo pueden decir todos.
-Es cierto, sí, en todas las plazas de primera he cortado una oreja e incluso en algunas me han birlado alguna como en Málaga o Valencia que fueron tardes de tres orejas. Para los amantes de los números, ahí están los míos, creo que no tienen ninguna fisura. A pesar de esto, espero que me recuerden por ser capaz de emocionar más que por las estadísticas. Prefiero que vengan a verme, eso es lo más importante y lo que perseguiré durante todo el tiempo que mi corazón aguante, que no sé cuánto tiempo será, pero que me recuerden por provocar emociones.



-¿Se ve mucho tiempo delante del toro?
-Sinceramente, no lo sé. Soy consciente de cuál es mi manera de interpretar el toreo, soy consciente, por ejemplo, de que este año he sido muy afortunado porque los toros me han respetado a pesar de que me han cogido mucho. Los toreros tenemos que entregarle algo al toro y es nuestra vida. Es evidente que nadie quiere que un toro le coja o le hiera, pero el toro merece nuestra máxima entrega. Tal y como yo veo el toreo, es difícil que pueda durar veinte o veinticinco años, aunque ojalá sea así porque eso significará que los toros me han respetado.

“Independientemente de quién me apodere, tengo claro que estaré donde interese y donde no, no pasa nada, pero lo que no soy es una moneda de cambio. Eso no lo voy a permitir nunca”

-Siempre se ha dicho que cada torero tiene su tiempo y su momento. ¿A usted le ha llegado el suyo?
-Bueno… yo creo que estoy cocinándome todavía. Ahora mismo no veo que mi techo esté cerca, me queda mucho y si no fuese así sería terriblemente horrible para mí.

-¿Cómo le ha tratado el sistema? ¿Mejor o peor que otras temporadas?
-No me considero que forme parte del sistema. Creo que tenemos maneras distintas de ver este espectáculo. No puede ser que el sistema diga que no puedes entrar en una feria o en un determinado cartel poniendo como excusa haber cortado una oreja más o menos. Aquí se depende de dos factores: el toro y el público, que paga una entrada. Si ese público pide ver a un torero y lo reclama, ¿por qué negárselo? Eso me parece ir en contra de la Fiesta, no creo que sea beneficioso y, por supuesto, no es la mejor manera de cuidar este espectáculo.



-A usted le han apoderado dos casas grandes.
-Es cierto, estuve con la casa Chopera y les estoy súper agradecido porque sin ellos no hubiese sido posible estar en el lugar que estoy ahora. Pero yo no me beneficié de ello, no tuve facilidades pese a tener el abrigo de ellos y sólo hay que ver las sustituciones que cogí en esos tres años o las corridas de Cuvillo, Juan Pedro o de ganaderías digamos con más posibilidades de triunfo que maté. Y ahora con Simón Casas recuerdo que mis primeras conversaciones con él fueron que si me tenía que quedar fuera de algunas ferias porque no me contrataban, que así fuera. A la vista está que este año ha habido muchas sustituciones y yo sólo he cogido dos, una en Albacete y otra en Madrid, creo que eso dice mucho de cuál es mi manera de actuar. Independientemente de quién me apodere, tengo claro que estaré donde interese y donde no, no pasa nada pero lo que no soy es una moneda de cambio. Eso no lo voy a permitir nunca.

“Puedes triunfar o tener tardes especiales, pero días de tanta pasión, sentimiento y verdad como el de la Feria de Julio de Valencia se viven pocos. Fue una tarde mágica”

-Volviendo a su temporada, toca hablar de Madrid. Han sido cinco tardes a lo largo del año en las que ha cortado dos orejas. ¿Qué valoración hace de su paso por Las Ventas?
-Torear en Madrid cinco tardes, dos de ellas de Adolfo Martín y otra de Victorino, considero que es muy difícil y además hacerlo de la manera en que lo he hecho es para hombres. He cortado dos orejas y otras tantas que quizás podían haber sido. Recuerdo un toro de Victorino que lo toreé con mucha emotividad y después de un espadazo no se echó. Si miramos el global de las cinco tardes, ha habido toros que me han dado posibilidades pero ninguno de ellos ha sido excepcional como para torearlo como a mí me gustaría. El toro de Cuvillo y otro de José Vázquez fueron propicios para mi forma de entender el toreo. Creo que en conjunto no volví la cara en ninguna tarde y eso dice mucho.

“SIGO ESTANDO APODERADO POR SIMÓN CASAS”

Una vez finalizada la temporada, saltó la noticia de que Simón Casas tan sólo apoderaría en 2018 a Sebastián Castella y Lea Vicens. Esta circunstancia dejaba fuera de la gestión del empresario francés a una serie de toreros, entre ellos, Paco Ureña. “Sigo siendo apoderado por Simón Casas”, aclara el torero murciano. “Los dos tenemos un compromiso importante y sabemos cuál es. Vamos a seguir juntos porque creemos que podemos aportarnos muchas cosas mutuamente. Estoy feliz, cuando salió la noticia me llamó mucha gente y hubo muchos rumores pero la realidad es la que es. Simón Casas apodera a Sebastián Castella y Lea Vicens independientemente y a mí me apodera el grupo Simón Casas Production”.

Texto de la entrevista: JOSÉ IGNACIO GALCERÁ // Fotos del reportaje: ARCHIVO APLAUSOS 2017

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