El prestigio de una monarquía española en el mundo, gran prestigio por cierto, lo puso la Infanta Elena al servicio del toreo como quien no quiere la cosa…
El prestigio de una monarquía española en el mundo, gran prestigio por cierto, lo puso la Infanta Elena al servicio del toreo como quien no quiere la cosa. Para que se entere el universo de que hay gente con sensibilidad y amor a los animales que ama la fiesta. Lo hizo con gran elegancia, con discreción, sin complejos, en el corazón de los países nórdicos tan alejados de la cultura taurina, entre gente de la realeza y grandes estadistas, revestida de la mejor torería. Señora, gracias. Muchas gracias.