ENTREVISTA

Rubén Sanz: “Sueño con torear como nadie lo ha hecho nunca”

Jorge Casals
jueves 04 de abril de 2024
El peculiar torero de Soria, de acusada personalidad, afronta este sábado “la tarde más importante de mi vida”, una oportunidad para mostrar su tauromaquia bohemia y sentida

Aunque lleva quince años como matador de toros es un “gran desconocido” como él mismo se define. Se trata de Rubén Sanz y este sábado tiene una gran oportunidad para darse a conocer y presentarse ante una afición más allá de su Soria querida. Rubén hará el paseíllo en Torres de la Alameda, en la última cita de la primera fase de la Copa Chenel, un certamen al que ha accedido por petición popular. Y es que además de contar con una fiel legión de seguidores, su toreo causó toda una revolución en ese gran tendido que son las redes sociales y que esta vez han demostrado su fortaleza para que cuenten con un torero que está por descubrir y cuya tauromaquia tiene embelesados a los simpatizantes del toreo “bueno”.

“Es la tarde más importante de mi vida”, confiesa con sinceridad el torero de Soria. “Es la primera vez que salgo de mi zona como torero. Ha habido años que he sido triunfador de Soria y no me ha servido para abrirme las puertas de otras plazas. Por eso, esta es la oportunidad que tengo de darme a conocer al aficionado más allá de mi tierra. Sé que es muy difícil que se planteen oportunidades así, por eso soy consciente de la importancia que tiene esta cita del sábado”.

La ganadería navarra de Hermanas Azcona es uno de los refugios del torero soriano, allí son fieles partidarios de su toreo. Fotos: Carmelo Bayo.

La ganadería navarra de Hermanas Azcona es uno de los refugios del torero soriano, allí son fieles partidarios de su toreo. Fotos: Carmelo Bayo.

Conversamos con el torero a la salida de la finca extremeña donde pasta la vacada de Luis Terrón, donde ha matado dos toros como parte de su puesta a punto para esta cita de la Copa Chenel. Poco a poco las ganaderías le abren las puertas, aunque siempre ha contado con el cariño y apoyo de muchos amigos, como es el caso de Félix Azcona, ganadero navarro que siempre ha creído en el torero soriano. “Noto el calor y el cariño de la gente, eso me anima pero también me responsabiliza mucho porque piensas en ellos, en no defraudarles”, matiza.

Rubén Sanz es un tipo curioso, igual torea en el campo impecablemente vestido de corto que con una chaqueta bomber naranja que asusta hasta las mismas eralas. Es su personalidad, tan acusada fuera como dentro de los ruedos. Alejado de modas y clichés, bohemio donde los haya, la única riqueza que persigue es la de su alma, sin más pretensiones que ser feliz toreando. “Hay algo que me mantiene con tranquilidad: que siento el toreo dentro de mí. No entiendo la vida sin torear, sin pensar en ser mejor torero. Yo soy torero para ser feliz. Mostrar mis sentimientos, expresar lo que dice mi alma es lo que me anima a ser torero, nada más”.

Un sueño que le ha llevado a no tirar la toalla en estos quince años, donde tan solo ha toreado veintitrés corridas, la mitad en su plaza de Soria, a la que cada mañana acude, solitario, para alimentar su alma torera con el toreo de salón. Ni tan siquiera dejó de acudir a ella en los siete años en los que no vio ni un pitón, donde nadie se acordaba de Rubén Sanz. “Lo que me ha hecho tirar hacia adelante todos estos años es el sueño de conseguir torear como nadie lo ha hecho nunca. Sé que es muy difícil pero soy ambicioso. Lo que me preocupa es intentar torear cada día mejor, más despacio, más reunido, más abandonado… es la única motivación que tengo, y a veces ese camino no es el más rápido para conseguir las orejas o llegar al público, pero me preocupa más ser el torero que quiero ser y que haya cada vez más partidarios de mi concepto. No sé traicionarme, lo que quiero hacer delante del toro es lo que realmente siento, no me imagino delante de un toro pensando en cortarle las orejas, lo que pienso es cómo colocar la muleta para poder abandonarme”, confiesa.

Esta será su segunda cita del año, a las puertas de Madrid, esa plaza donde todavía no ha podido confirmar su alternativa. Hace apenas tres semanas ya destapó el tarro de las esencias en Fitero, donde plasmó con un toro de Soto de la Fuente ese toreo vertical y abandonado, con aromas de otro tiempo. Un toreo de autor, sin otra escuela que lo que dicte la inspiración en ese momento.

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