FERIA DE LA COMUNIDAD

Torera y seria presentación de Burdiel en Valencia

José Ignacio Galcerá
domingo 09 de octubre de 2022
El novillero sevillano pero afincado en Madrid abre la puerta grande en su debut en esta plaza; Miguelito y Diego García pasean una oreja cada uno

El primero, con el hierro de Enrique Martín Arranz, salió suelto y desordenado. Se ordenó en el segundo tercio cuando Sergio Pérez enseñó las bondades del novillo. Bregó magníficamente. Miguelito cuajó una faena templada, de corazón sereno y plantas asentadas en la que aprovechó el fondo de nobleza del utrero. Por ambas manos brotaron muletazos reunidos y de bella factura en una labor rematada de un contundente espadazo y premiada con un trofeo.

El cuarto salió muy suelto en los primeros tercios. Miguelito salió dispuesto, a la puerta de chiqueros se fue para librar una larga que no fue porque el novillo ni lo vio y salió disparado sin atender el capote del valenciano, que anduvo animoso, sin perder la fe y siempre queriendo ante un utrero que salía distraído y desentendido de los muletazos. Esta vez mató mal. El público le reconoció el esfuerzo con una cariñosa ovación.

Fue una pena que a la clase que tuvo el segundo no le acompañara el poder. Hubiera sido un novillo superior. Aun así permitió a Diego García esbozar pasajes notables, como un cambio de mano para abrochar una serie que fue estupendo o varios naturales que surgieron templados y largos. Faena bien resuelta del madrileño, de novillero cuajado. En las cercanías anduvo fácil y con la espada, un cañón, lo que le valió para cortar una oreja.

El quinto tuvo nobleza, fue un novillo que dejó estar pero sin más. Le faltó casta para tirar hacia adelante. Diego García brindó a El Soro. La faena del madrileño tuvo un inicio por alto que hacía presagiar cotas mayores pero ahí quedó. Aplomado, muy soso, acabó aburriéndose demasiado pronto. La faena se diluyó entre intentos de ligar los muletazos.

Álvaro Burdiel apuntó en una media de su turno de quites que maneja el percal de maravilla. Y lo ratificó en el saludo al tercero, genuflexo primero y en la vertical después, dejó un ramillete de verónicas sobresalientes. El novillo de El Tajo, noble pero medido de fuerzas, se apoyaba sobre las manos. No le pudo dar mejor trato Burdiel, ni más suave, ni más templado, lo llevó siempre pulseado, sin tirones, a su altura. Fue, además, una faena medida. No faltó ni sobró nada. Los cites tuvieron torería, como los ayudados por alto para aliviar al novillo o los doblones para cuadrarlo. Una gran presentación en Valencia. La estocada amarró la oreja.

Con la puerta grande entreabierta, Álvaro Burdiel recibió al sexto con dos largas cambiadas. Brindó a su apoderado, Ortega Cano. De hinojos la apertura también. En el tercer muletazo, se lo llevó por delante. Una paliza fuerte. Fue este el novillo que sacó más complicaciones, quedándose corto y derrotando. Por el pitón izquierdo se coló y cerca estuvo de prenderlo de nuevo. Serio esfuerzo de Burdiel y seria su actitud, que no se amilanó ante las dificultades. Mató de estocada desprendida pero efectiva. Paseó una nueva oreja que le abrió la puerta grande.

Valencia. Feria de la Comunidad. Novillos de El Tajo (3º y 4º) y Martín Arranz. Bien presentados, nobles y manejables en conjunto, a excepción del deslucido sexto. Mejores los tres primeros. Miguelito, oreja y ovación; Diego García, oreja y vuelta tras leve petición; y Álvaro Burdiel, oreja y oreja. Entrada: Algo más de un cuarto de plaza. Antes de romperse el paseíllo sonó el Himno de la Comunidad Valenciana. Saludaron El Ruso y Víctor Pérez tras banderillear al quinto. Álvaro Burdiel pasó a la enfermería tras estoquear al sexto.

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