ENTREVISTA

Esaú Fernández: “Llego a Sevilla en un momento de madurez, es hora de recoger los frutos”

Carlos Grasa
viernes 19 de abril de 2024
El de Camas, uno de los dos toreros que ha indultado un miura en toda la historia, cierra la Feria de Abril con los toros de Zahariche

*Reportaje fotográfico en la ganadería de El Puerto de San Lorenzo. Fotos: Rocío Pascual

Sevilla encara la recta final de su feria taurina y como colofón, la cita tradicional que cerrará la Feria de Abril es la corrida de Miura. Los toros de Zahariche llegan para poner el broche al ciclo taurino maestrante y, frente a ellos, un cartel de tres toreros con agallas y con estilos diferentes. Quien cerrará la terna, Esaú Fernández, es un torero que se ha ganado estar en Sevilla y en las ferias por sus resultados tarde tras tarde. Ahí está el escalafón como aval.

Además, su carrera ya está ligada al hierro de Miura, es junto a Manuel Escribano -se da la coincidencia que se acartelan juntos el domingo-, uno de los dos únicos toreros en toda la historia que tienen el honor de haber indultado un toro de esta mítica casa ganadera de Lora del Río. Esaú aguarda la cita del próximo 21 de abril “ilusionado y feliz”, con la sensación del trabajo bien hecho y con la mente puesta en mostrar toda la madurez de este tiempo.

La tarde del domingo en Sevilla puede ser sobre el papel una de las más importantes de su carrera. Aunque lo normal es no poder conciliar el sueño cuando te anuncian con miuras, Esaú está impaciente ante este compromiso, desbordante de ilusión y ganas, una tarde que afronta “muy contento, creo que llego en un momento de mucha madurez, aunque suene a tópico. Voy muy ilusionado y feliz a matar los miuras, me encanta la ganadería y como no, la plaza, que es mi tierra. Espero que Sevilla y Miura cambien el rumbo de mi carrera”. 

Hablar de Esaú Fernández y Miura es hacerlo ya de un buen binomio tras los éxito pasados. El torero de Camas tiene el hito de ser uno de los dos toreros que han indultado un toro de Miura. Fue a Guineo, en Sanlúcar de Barrameda, el pasado año, que se encuentra ya padreando en Zahariche. Ese fue el punto culmen para la unión del torero y la ganadería: “Fue algo histórico. Anunciarte con una ganadería como Miura siempre lo es. Ahora toca hacerlo en Sevilla, que es una de las cosas que más ilusión le pueden hacer a un torero. Recuerdo que la tarde de Sanlúcar fue especial, era una corrida de toros que me hacía ilusión, el empresario Carmelo García confió en mí y fíjate lo bien que salió todo. Tuve la suerte de que lo viese mucha gente al ser una corrida televisada y ha tenido una gran repercusión. De hecho, no solo la mataré en Sevilla sino en Algeciras y si Dios quiere, habrá más acontecimientos con Miura esta temporada. Me acuerdo que el maestro Antonio Ferrera me dijo que ese toro me iba a cambiar la vida, y esperemos que así sea”, afirma el torero sevillano.

Es cierto que la progresión de un torero la marca su propia madurez y eso se ve reflejado en la plaza. El toreo de Esaú ha evolucionado y ha ganado en oficio y poso, eso se nota y la estadística no miente, en las últimas temporadas cuenta las tardes por triunfos. “He evolucionado en todo, desde el capote hasta la espada. Es verdad que casi siempre mis actuaciones se cuentan por triunfos, y de eso tienen mucha culpa los ganaderos, voy mucho al campo a tentar y he podido crecer mucho como torero. Ojalá se vea en Sevilla todo lo que llevo pasado este tiempo”. 

Todos estos años de lucha y entrenamiento le han curtido. No solo ha tenido que enfrentarse al toro sino a otros muchos factores que no siempre se ven para poder volver al circuito de las ferias. “No ha sido fácil, detrás de un torero hay mucho pasado, en este caso detrás de Esaú Fernández hay muchas cosas por las que he pasado. Espero poder recoger los frutos de todo este tiempo que llevo luchando y sacrificado por mi profesión, dando la cara cada tarde y buscando ser mejor torero cada día” asegura Esaú. El domingo puede ser ese día clave que cambie su carrera y su vida. Toca recoger esos frutos. “Mira, yo no sé lo que va a ocurrir, cuando uno se viste de torero no sabes qué puede pasar, pero sí te digo que poder hacer el paseíllo en Sevilla es un sueño, un regalo de Dios. Voy mentalizado a disfrutar de ese privilegio y a ser fiel a mi tauromaquia”. 

Todo aficionado sabe de la fama que precede a Miura como ganadería brava. Estar delante de estos toros supone un plus de exigencia y concentración. También de valor: “Es una ganadería muy especial en todos los aspectos. Precisa de tener unos conocimientos  técnicos muy grandes y conocer la profesión a fondo. Llevo ya unos años de matador de toros y creo que he adquirido ese conocimiento y lo he demostrado”, concluye el sevillano.

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