BIOGRAFÍA

Dámaso Gómez, especialista en corridas duras

Redacción APLAUSOS
sábado 02 de mayo de 2020

Este sábado a primera hora de la mañana ha fallecido el diestro Dámaso Gómez Díaz. Nacido en el castizo barrio madrileño de Chamberí el 1 de abril de 1930, vistió su primer traje de luces en la localidad toledana de Lillo cuando contaba 17 años de edad. A los 19 se presentó en la madrileña plaza de Vista Alegre y no fue hasta el 16 de julio de 1950 cuando debutó en Las Ventas. Aquel debut ya fue triunfal, pues cortó una oreja en la lidia de novillos de Marqués de Albayda junto a Nacional y Jaime Malaver.

No tomó la alternativa hasta el año 1953, cuando el 25 de mayo, Julio Aparicio, en presencia de Manolo Vázquez, le cedió la muerte de Bombero, de Alicio Tabernero, en la plaza de Barcelona. El 6 de junio de 1954 confirmó aquel doctorado en Madrid lidiando al toro Maravilla, de Eusebia Galache, alternando con Rafael Ortega y Juan Montero, que también confirmaba su alternativa. La borla de doctor la ratificó en México, en la Plaza Monumental, con el toro Piñero, de El Rocío, compartiendo cartel con el rejoneador Ángel Peralta, Curro Ortega y Miguel Ángel.

Gozó de buen ambiente en los años cincuenta, su carrera entró en declive en los sesenta y no fue hasta finales de esa década -en el San Isidro del 68, concretamente- cuando su actuación ante una corrida de Miura -en la que era su primera tarde en un abono isidril- le dio de nuevo oxígeno. En aquella postrera etapa se especializó en corridas duras, triunfando con ellas. A lo largo de su trayectoria sufrió percances de importancia en Barcelona, Zaragoza y la peruana Lima.

Dámaso Gómez dijo adiós a los ruedos en Salamanca, el 21 de septiembre de 1981, lidiando una corrida del Conde de la Corte junto a Juan José y Espartaco. Aquel día también le tocó sufrir, pues se mantuvo en el ruedo después de que el primer toro de su lote le rompiera varias costillas. Esa última actuación llegó apenas una semana después de su despedida en Las Ventas, donde lidió en solitario seis toros: cuatro de Puerto de San Lorenzo -casa a la que estuvo vinculado desde sus inicios y con la que mantenía una muy buena relación de amistad hasta la actualidad- y dos de Manuel San Román.

Su fallecimiento ha causado hondo pesar entre los aficionados y profesionales más veteranos. El rugido del popular León de Chamberí se ha apagado para siempre, pero no así su recuerdo. D.E.P.

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