Puro toreo
Xavier -de los que van por delante, el más próximo al toro- corriendo en Pamplona.Xavier -de los que van por delante, el más próximo al toro- corriendo en Pamplona.

Xavier

Perfecto Guardiola
jueves 15 de julio de 2010

Xavier, con equis y no con jota. Así escribía su nombre un pamplonica que conocí un día de toros en Las Ventas. Era el 18 de mayo de 1963 y un cartel de los más redondos de la época…

Xavier, con equis y no con jota. Así escribía su nombre un pamplonica que conocí un día de toros en Las Ventas. Era el 18 de mayo de 1963 y un cartel de los más redondos de la época. Ostos le cortó una oreja a su primero, al que mató pese a resultar cogido durante la faena de muleta. Camino cortó la oreja del segundo; dio la vuelta en el cuarto que mató por Ostos y cortó las dos orejas del quinto. El Viti, cortó una oreja del sexto. Los toros fueron de Paco Galache. Aquella tarde Camino dio por primera vez, al menos en Las Ventas, aquellas chicuelinas de frente y mano baja, marcando la salida, que un estúpido “sobrecogedor”, osó calificar de ratoneras. Los corros que se formaron post-corrida discutieron con vehemencia qué faena había sido mejor, si la de Camino al quinto o la de El Viti al sexto. En el centro de esa discusión había un joven aficionado que resultó ser de Pamplona. Así conocí a Xavier. A partir de entonces fuimos inseparables para todas las ocasiones de ocio.

Xavier preparaba el ingreso en la Escuela Superior de Ingenieros de Telecomunicación. Según él, era el futuro de la tecnología moderna. El curso 63-64 fue inolvidable. El 15 de mayo vimos a Antonio Bienvenida con los seis saltillos en Vistalegre y el 5 de septiembre al propio Antonio en aquella faena de San Sebastián de los Reyes, que le hizo exclamar al Papa Negro: “Después de verte torear así, ya me puedo morir tranquilo”.

A Xavier después de todo el ajetreo del curso le quedaron dos asignaturas para alcanzar el ingreso. Lo conseguiría al año siguiente y no se enteró. En junio del 65 aprobó una asignatura y le quedó la última para septiembre. Después del último examen, desmejorado y agotado, marchó a su Pamplona natal. Por fin consiguió ingresar, pero no llegó a enterarse. Me dijeron que fue víctima de las anfetaminas a las que tan proclives eran algunos estudiantes de los sesenta. Me pregunto, viendo el desarrollo que han alcanzado las telecomunicaciones y lo que hoy es Internet, lo que hubiese llegado a ser.

Me gustaría poder creer, que allá donde estés, puedes llegar a saber, que este artículo que APLAUSOS cuelga en su web para ser leído a través de Internet, es por ti y para ti, Xavier.

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